Los resultados financieros de Facebook nos han dejado muchos datos interesantes, entre ellos que, pese a una relativa desaceleración, la red social de Mark Zuckerberg sigue siendo el baluarte del tráfico social convertido en beneficios. No obstante, eso es algo que, número arriba número abajo, ya sabíamos. Los resultados de Facebook nos han dejado un dato más interesante si cabe: WhastApp se ha convertido, de largo, en el servicio de comunicación más grande del mundo. Y cuando decimos grande nos referimos a más de 1500 millones de usuarios activos mensuales.
Puesto en perspectiva, WeChat, la segunda de lista que no pertenece a Facebook (puesto que por encima está Messenger), tenía a cierre de 2017 cerca de mil millones de usuarios mensuales activos, por lo que la proeza de WhatsApp no tiene parangón en ninguna otra tecnología de comunicación que aglutine, en un servicio del tipo OTT, una cantidad tan basta de usuarios activos. Los 19.000 millones de dólares que pagó Facebook en su día por la app, y que desde luego parecían una salvajada, se justifican por sí solos.
De momento, eso sí, la monetización del servicio es más bien escasa. WhatsApp sigue sin mostrar publicidad de ningún tipo y tampoco tiene servicios asociados de pago. Lo más cercano a este extremo es, sin duda, el lanzamiento de WhatsApp Business, que de nuevo sigue siendo gratuito para los usuarios. El valor añadido es sin duda su base de usuarios, puesto que en el momento en el que Facebook se hizo con la app, en 2014, WhatsApp sumaba cerca de 450 millones de usuarios activos mensuales y 315 millones de usuarios activos diarios, ahora el número se dispara hasta los 1500 millones de usuarios cuatro años después.
WhatsApp Business es oficial y ya está disponible para pequeños negocios
Ahora, y si todo va bien, WhatsApp empezará a monetizar su servicio de Business, por lo que de pronto, los 19.000 millones de dólares serán un caramelo en el momento en el que 1500 millones de personas empiecen a depender de WhatsApp para tener soporte de la mayoría de empresas. Un estándar generado a base de un servicio que aman los usuarios.