Existen imágenes universales que forman parte de nuestra historia como seres humanos. Una de ellas, sin duda, es la ilustración de Leonardo Da Vinci llamada, Hombre de Vitruvio. Repetida y reimaginada hasta el infinito, esta imagen tiene, además, una historia muy interesante y representa un tópico de estudio elaborado y complejo que nos hablan de la genialidad de su autor, Leonardo, el hombre universal.

El Hombre de Vitruvio fue dibujado por Da Vinci alrededor del año 1490. Se trata de una ilustración realizada en uno de los diarios de este peculiar genio. A pesar de la importancia tácita que le damos a esta obra, este estudio de la geometría y el cuerpo humano es uno más de los muchos apuntes que realizó Leonardo.

Leonardo da Vinci, el hombre universal

Son muchas las cosas sorprendentes y admirables de esta ilustración, una de ellas es que la descripción que acompaña a la imagen están escritas en la peculiar escritura en espejo (o escritura especular que utilizaba el maestro renacentista, en especial para sus apuntes personales.

Otra cosa es que el "Estudio de las proporciones ideales del cuerpo humano", como también se le conoce a esta imagen, es la representación ilustrada de los escritos de Vitruvio, arquitecto de la antigua Roma y por el que, obviamente, la imagen lleva su nombre. Vitruvio realizó un estudio de las proporciones del cuerpo humano en su obra llamada "De architectura", en ella describió a la figura humana como la principal fuente de proporción entre los órdenes clásicos de la arquitectura.

En la obra de Vitruvio se hace una descripción detallada de las proporciones que él consideraba ideales para el cuerpo humano; con ellas Leonardo realizó su estudio y además añadió algunas otras proporciones. En la ilustración se pueden apreciar dos figuras humanas superpuestas en dos posiciones distintas, también un círculo y un cuadrado en donde están colocados los dos cuerpos. Esto por sí solo es un elemento que destaca a la ilustración de Da Vinci, en Smithsonian Magazine lo explican así: Cualquiera que proponga que un hombre pueda encajar dentro de ambas formas estaba haciendo una proposición metafísica: el cuerpo humano no solo fue diseñado de acuerdo con los principios que gobernaban el mundo; era el mundo, en miniatura. Esta era la teoría del microcosmos, y Leonardo se comprometió con ella desde el principio de su carrera.

La ilustración del Hombre del Vitruvio, como decíamos líneas arriba, fue realizada por Leonardo en uno de sus diarios, su tamaño es poco más grande que una hoja estándar: 34.6 x 25.5 centímetros y fue dibujada con tinta. La imagen original perteneció un tiempo al escritor y pintor Giuseppe Bossi pero fue subastada a la muerte de éste en 1815. Fue Luigi Celotti quien la compró y más tarde fue adquirida por la Galería de la Academia de Venecia en 1822. Desde entonces forma parte de su colección y es expuesta solo ocasionalmente para preservar su conservación.

El texto que inspiró a Leonardo Da Vinci habla de la imposibilidad de la simetría y proporción de la arquitectura si no es como sucede con el cuerpo humano, entonces habla de las proporciones ideales y da cuenta de un exhaustivo análisis de ellas. Leonardo por su parte las incluyó en su dibujo. Esas son las anotaciones que aparecen en la famosa ilustración. Son las siguientes:

  • Cuatro dedos hacen una palma.
  • Cuatro palmas hacen un pie.
  • Seis palmas hacen un codo.
  • Cuatro codos hacen un paso.
  • Veinticuatro palmas hacen a un hombre.
  • Si separas la piernas lo suficiente como para que tu altura disminuya 1/14 y estiras y subes los hombros hasta que los dedos estén al nivel del borde superior de tu cabeza, has de saber que el centro geométrico de tus extremidades separadas estará situado en tu ombligo y que el espacio entre las piernas será un triángulo equilátero.
  • Desde la parte superior del pecho al nacimiento del pelo será la séptima parte del hombre completo.
  • Desde los pezones a la parte de arriba de la cabeza será la cuarta parte.
  • La anchura mayor de los hombros contiene en sí misma la cuarta parte.
  • Desde el codo a la punta de la mano será la cuarta parte.
  • Desde el codo al ángulo de la axila será la octava parte.
  • La mano completa será la décima parte.
  • El comienzo de los genitales marca la mitad del hombre.
  • El pie es la séptima parte.
  • Desde la planta del pie hasta debajo de la rodilla será la cuarta parte.
  • Desde debajo de la rodilla al comienzo de los genitales será la cuarta parte.
  • La distancia desde la parte inferior de la barbilla a la nariz y desde el nacimiento del pelo a las cejas es, en cada caso, la misma y como la oreja.
  • Desde el inicio de la rodilla hasta el inicio de la pelvis, será la misma medida del torso.
  • Desde el centro del pecho hasta la punta de los dedos, será igual a la longitud de toda la pierna.

El Hombre de Vitruvio, símbolo de la simetría

La época del Renacimiento se destaca por ser un movimiento importantísimo para la cultura occidental, sus representantes, entre ellos Da Vinci, otorgaron con su obra las bases para la Época Moderna y profundos cambios de pensamiento. Es por esto que las el redescubrimiento de las proporciones matemáticas del cuerpo humano, no sólo de Leonardo sino de otros autores, forma parte de los logros del Renacimiento.

Leonardo Da Vinci no fue el primero en realizar la representación del Hombre de Vitruvio. Francesceo di Giorgio Marini, arquitecto, escultor y pintor italiano, hizo en 1480 una representación con las proporciones descritas por Vitruvio.

Otra representación que precede a la de Da Vinci es la de Giacomo Andrea da Ferrara, incluso se plantea, debido a evidencias posteriores, que Da Vinci se influenció directamente del estudio de da Ferrara y de las pláticas que se sabe sostuvieron ambos, pues eran amigos; además, claro, de la evidente similitud de las ilustraciones.

El Hombre de Vitruvio sigue siendo objeto de estudio, tanto por su evidente contenido como por los secretos matemáticos que algunos estudiosos buscan desentrañar, como la proporción de la ilustración como tal y las reglas de composición que cumple. Así pues, es una Ilustración que finalmente se ha vuelto un símbolo y representa no sólo su cometido: las proporciones humanas, sino toda una importantísima época para el desarrollo del pensamiento occidental: el Renacimiento.

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