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Chen Shouli, un supervisor de construcción de 41 años de edad, fue despedido de su trabajo en septiembre pasado debido a un chiste que hizo en un chat grupal, informó The Wall Street Journal (WSJ). Un inocente "haha", seguido de una broma en torno a un rumor sobre un triángulo amoroso entre una celebridad y uno de los funcionarios gubernamentales más importantes de China fue suficiente para que las autoridades lo contactaran cuatro días después por teléfono para ordenar un interrogatorio.

Una vez que llegó a la estación de Policía el 19 de septiembre, ya no lo dejaron salir y fue encarcelado por cinco días. Los policías le dejaron muy claro que habían visto su publicación en la app de mensajes y le pidieron que confirmara que su nombre en WeChat era The Flash of a Thought, indicó Chen. De acuerdo con el informe policial, el comentario que hizo en WeChat fue considerado como "busca peleas". Una amplia ofensa que incluye la provocación de peleas entre pandillas y la destrucción de propiedad pública, ambos castigados con el arresto sin necesidad de juicio.

Como señala el diario estadounidense, cada vez son menos los espacios privados para la gente en el "nuevo mundo" bajo la supervisión estatal de China. Las autoridades pasaron de los antiguos informantes a usar una gran red de nuevas tecnologías. No solo identifican a los ciudadanos mientras caminan por la calle y los monitorean en línea, resulta que también los vigilan en las aplicaciones de mensajería privada en sus teléfonos celulares.

Hace un par de décadas, en la era de Mao Zedong, la gente era enviada a la cárcel, campos de trabajo o ejecutadas por expresar sus opiniones en privado. Con este tipo de acciones, China parece estar volviendo a sus viejas usanzas pero con el poder de las nuevas herramientas de vigilancia digital. Chen destacó que ahora es considerado un "alborotador" por funcionarios locales y la Policía y algunos de sus amigos han decidido mantener su distancia de él.

Pero este no es un caso aislado. También en septiembre, Yang Qingsong, un mecánico de 24 años de edad que vive en la ciudad de Jieshou, usó un improperio en WeChat para cuestionar la inteligencia de la policía por hacer controles bajo la lluvia en busca de conductores en estado de ebriedad. Al igual que Chen, Yang fue detenido por cinco días bajo alegatos de que el mensaje publicado en un grupo de 241 personas había creado "efectos sociales negativos", según un informe del incidente que la policía publicó en Weibo, el equivalente de Twitter de China.

De acuerdo con Zhu Shengwu, quien era abogado de propiedad intelectual en casos de firmas tecnológicas, monitorear los chats privados es similar a escuchar una conversación en la sala de alguien a escondidas, y concluyó:

Nosotros ya no podemos hablar en blogs... Podemos hablar un poco en nuestras salas de estar?

A través de WeChat, la plataforma social más popular de China, se envían a diario unos 38 mil millones de mensajes. Tencent, la dueña de este servicio de mensajería, llega a eliminar algunos mensajes privados de WeChat por requerimientos de censura del gobierno, aunque no se sabe cuántos.

WeChat cuenta con una función que permite realizar posts públicos. Citizen Lab, el centro de investigación de internet de la Universidad de Toronto, en Canadá, examinó 36.000 publicaciones públicas entre junio del 2015 y marzo del 2015 y encontró que el 4% fueron censuradas. Las cinco palabras más censuradas fueron: corrupción 18.2%, comunismo 17.2%, violación 11.9%, normas de ley 11.7% y socialismo 11.6%.

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