La relación entre Kaspersky Lab y el Gobierno de Estados Unidos ha tocado fondo. La semana pasada, el presidente Donald Trump firmó una ley que prohíbe el uso de su software a sus agencias gubernamentales. Por ello, la firma de ciberseguridad ha demandado a la administración del presidente Donald Trump para impugnar el veto federal hacia sus productos.
Trump firma ley que veta el uso de Kaspersky
La ley aprobada en noviembre reitera un veto de septiembre pasado, cuando el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) prohibió el uso del software de Kaspersky a las agencias gubernamentales. La firma de ciberseguridad argumenta que esa directiva no siguió el debido proceso, empañando injustamente la reputación de la empresa.
En una carta abierta, Kaspersky afirmó que los funcionarios actuaron con base en fuentes de información subjetivas y no técnicas, como informes no corroborados. Asimismo, destacó que los esfuerzos de reciprocidad fueron en gran medida unilaterales, pues la empresa hizo varios intentos de "buena fe" para aclarar sus preocupaciones y no hubo una oportunidad significativa de ser escuchado antes de que el DHS emitiera su veto.
El Gobierno de EE.UU. prohíbe el uso de Kaspersky a sus agencias gubernamentales
De acuerdo con Kaspersky, la DHS estaba preocupada por los riesgos de seguridad en las herramientas antivirus en general, no por evidencia específica sobre la eficacia de su software, y la directiva obedeció simplemente a los orígenes rusos de la empresa. El veto de DHS a Kaspersky ocurrió en medio de las crecientes evidencias sobre la injerencia de Rusia en las elecciones del año pasado aunque la empresa rusa ha negado en repetidas ocasiones trabajar para el Kremlin. La firma de ciberseguridad incluso ofreció revisiones independientes de su código fuente en un intento por demostrar que no es un espía del Gobierno ruso. Sin embargo, los funcionarios consideraron que no sería suficiente para cambiar de opinión.