La vuelta de Blazkowicz con Wolfenstein II: The New Colossus llega como al entrega más brutal de la saga, con la mayor dosis de violencia y posibilidades hasta la fecha. Es un viejo conocido, pero desde luego se siente totalmente renovado siendo uno de los pocos recodos que quedan del shooter clásico para un jugador.Después de dejar el pabellón por todo lo alto, llevando como marca un nombre como Wolfenstein, y desembarcando en la anterior generación como uno de los mejores shooters del género, se esperaba una secuela que al menos, ofreciera el mismo desparpajo y la mismas dosis de diversión que el desembarco del primer título. Al fin y el cabo, estamos hablando de la reconstrucción de uno de los padres de los videojuegos, una marca es una losa tan grande como lo es también su garantía.

Wolfenstein: The New Colossus es ese juego. Es una secuela directa de la entrega anterior que comparte casi todo con ella. Es lo mismo, pero a la vez es algo totalmente nuevo, y esta es una de las virtudes más importantes que nos han acompañado en esta nueva aventura en los pies de William "B.J." Blazkowicz: todo es familiar, y por ello, el brutalismo clásico de esta nueva trilogía puede mostrar todo su esplendor: no tiene nada que demostrar, y por ello, puede ir a por todas. Y vaya si lo ha hecho.

Es, precisamente, esta serie de atributos que comparte con la entrega anterior: linealidad, salvajismo, jugabilidad, lo que permite más que nunca sentarse a disfrutar del juego. Porque Wolfenstein: The New Colossus es un título que permite disfrutar al jugador, sin micropagos, sin online. Es una de las última banderas de shooter clásicos más preocupado porque el jugador descargue adrenalina que por tener que demostrar algo, que por plegarse a los encantos de un mercado que desde hace tiempo se ha olvidado del shooter clásicos a favor de las experiencias adulteradas con el paso del tiempo.

Wolfenstein: The New Colossus se puede completar en poco más de 7 horas pasando de puntillas por los escenarios. El triple si se quiere sacar todo el jugo al juego. Seis veces más si el jugador se atreve con el modo Mein leben! que se desbloquea al terminar el juego por primera vez y que obliga a pasarlo de una sentada, sin checkpoints, sin posibilidad de guardar y con una sola vida para todo el juego. Son, estos pequeños detalles los que hacen de este nuevo Wolfenstein el baluarte de los shooters clásicos de la generación, pero esconde mucho más. Como decíamos al principio, jugar a Wolfenstein: The New Colossus es como volver a The New Order con un sombrero número. La historia es diferente, claro, pero comparten jugabilidad y estructura. Y eso es más una bondad que una contra. Básicamente sabemos a lo que nos enfrentamos, y aquí hemos venido a despachar Nazis, por lo que no queremos una curva de aprendizaje demasiado elevada de lo que ya sabíamos. Esto es un shooter mata-mata-pasillero y no un juego de From Software. Sea como sea, aquí las cosas se han ido de madre, los nazis se han hecho con los Estados Unidos y es su nuevo patio de recreo. Entre medias Blazkowicz, armado hasta los dientes, más cinemáticas de nunca, más destinos que nunca y nuevos y viejos conocidos.

Porque ahora nuestro refugio de la resistencia es el submarino que robamos en el primer juego. Y ese es el punto de partida de todo. Misma estructura de misiones, pero con algunos añadidos interesante que suponen una vuelca de tuerca. Por ejemplo los códigos enigmas del primer juego ahora son como mini-misiones para recuperar dichos códigos. Podremos además elegir el punto de misión en la consola del submarino y sigue habiendo misiones dentro del submarino para avanzar en el juego, encontrar coleccionables o simplemente sumergirnos en parte del lore del juego que se encuentra solo ahí.

Como decíamos, la estructura es la misma: mismo tipo de misiones (aunque en esta ocasión haya más sigilo), pero básicamente, es lo ya conocido, con la salvedad que las ambientaciones del juego son más variadas: manhattan, nueva orleans, el desierto de nevada… los enemigos también más variados y en general se han propuesto añadidos de para hacer más interesantes el juego, entre ellos accesorios corporales que permite, según nuestra elección, movernos más rápido, ser más fuertes…

Sigue habiendo coleccionables útiles ocultos como los shooter clásicos, así como un árbol de habilidades automático que depende de hacer cierto desafíos, a saber, 100 disparos en la cabeza, 30 muertes sigilosas… que dan al juego mayor profundidad jugable sin exigir demasiado al jugador, que como decimos no viene a este tipo de juegos para convertirse en un avatar con tienes RPG. Quizás es por ello que, una vez subidas ciertas habilidad, podríamos pasar el juego totalmente en sigilo, algo que rompe con parte de su dinámica pero que en todo caso deja a elección del jugador.

Si bien es cierto que el hecho de que comparta muchas similitudes con la entrega anterior puede suponer dejarse en el tintero nuevas vueltas de tuerca a sus sistema, el juego se siente mejor que nunca: es brutal, tienes escenas totalmente obscenas que ni en The New Order se habían visto, pero quizás se hayan dejado por el camino algo más efectista que todo esto: los jefes finales.

Es mi mayor pega a este Wolfenstein, ni en su tramo final existe un combate de jefe final exigente, con sus propias mecánicas o con su solución especial, al final el último enfrentamiento, dejando de lado el epílogo, donde se supone que luchamos contra dos jefes, no deja de ser una prueba sin contundencia, sin mecánicas propias, pero que en los demás aspectos es totalmente sobresaliente.

En general, la repetición de esquemas aporta mucho más de lo que parece: crea una background suficiente como para dar entidad propia a esta nueva trilogía de la que se desconoce fecha para su próxima entrega, pero que desde luego ya ha demostrado que es uno de los referentes de shooter clásico en la nueva generación y que se postula como uno de los principales juegos del año.

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Conclusión

Wolfenstein II: The New Colossus es la continuación dentro de esta nueva trilogía que mejor representa el shooter clásico. En comparación con el anterior, la evolución en jugabilidad y estructura es limitada, pero por ello es uno de los referentes del género de acción en primera persona.

Con mayores dosis de brutalidad y violencia, una historia mejor hilada, múltiples destinos en este mundo post segunda guerra mundial, Wolfenstein II: The New Colossus es una secuela que está muy por encima de la magnifica primera entrega y su DLC standalone.

Pros

  • Mejoras gráficas positivas.
  • Nueva estructura de los tiempos entre misiones.
  • Mayor dinamismo de los códigos enigma.

Contras

  • La duración reducida.
  • La máxima dificultad exige jugar sin levantarte del sofá.
  • Sin ningún combate con jefe final épico.

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