El legado de Santiago Ramón y Cajal, conservado actualmente en un cuarto de apenas 15 metros cuadrados en el Instituto Cajal del CSIC, ha sido inscrito en el prestigioso Programa Memoria del Mundo de la UNESCO. La organización de Naciones Unidas ha anunciado el registro del archivo de Cajal, primer Nobel español en ciencia por sus contribuciones fundamentales al estudio del sistema nervioso, que también incluye el fondo documental de algunos de sus discípulos más brillantes, como Pío del Río Hortega, Rafael Lorente de Nó, Pedro Ramón y Cajal o Fernando de Castro.

Juan de Carlos, quien fuera responsable del legado de Cajal hasta hace año y medio, explica a Hipertextual que recibieron la noticia ayer a última hora, cuando supieron que la UNESCO había dado luz verde a su propuesta. "En 2015, cansado de que no hicieran caso al archivo, ni a través de subvenciones ni mediante la construcción de un museo, decidí contactar con científicos de fuera", comenta por teléfono. Así se creó el Grupo del Legado de Cajal, presidido por el propio de Carlos, en el que han participado otros investigadores del Instituto Cajal, como Laura López-Mascaraque, Jose Luis Trejo, Ignacio Torres —anterior director del centro— o Fernando de Castro.

El equipo también contó con la colaboración de otros científicos, como Juan Lerma, director del Instituto de Neurociencias de Alicante (CSIC) y los australianos John Pollard y Patricia Armarti, de la Universidad de Sídney. Juntos promovieron el reconocimiento de la herencia documental del Nobel español, que incluye el diploma del Nobel de 1906, las 3.000 preparaciones histológicas y los más de 2.000 dibujos, entre otros objetos personales de Cajal, que permanece en un despacho cerrado al público. La propuesta fue apoyada además por sociedades de neurociencia de todo el mundo.

Reconocimiento de su valor excepcional

En un primer momento, los científicos pensaron en proponer que el legado de Cajal fuera reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la importancia de los objetos conservados como un tesoro desde el fallecimiento de Ramón y Cajal, en 1934. El archivo, que ha sobrevivido visicitudes como la Guerra Civil Española y diversos traslados del Instituto Cajal, ha sido protegido gracias al trabajo de decenas de voluntarios, sin recibir ningún tipo de apoyo oficial.

El equipo liderado por Juan de Carlos, en el que también participa Fernando de Castro, neurocientífico del Instituto Cajal y nieto del discípulo del Nobel, decidió entonces presentar la propuesta al Programa Memoria del Mundo de la UNESCO, tras escuchar la recomendación de la Subdirección General de Archivos Estatales, dependiente del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.

Su esfuerzo ha cristalizado meses después, cuando la organización de Naciones Unidas ha dado a conocer las 78 nuevas inscripciones en el registro internacional. A falta de un último trámite burocrático, la inclusión del Legado de Cajal "supone el reconocimiento de su valor excepcional y su significación universal como soporte de la memoria colectiva de la humanidad", según recordó el Gobierno de España cuando se realizó la presentación de las candidaturas. La UNESCO también ha aceptado que el Archivo General de Simancas y el Códice Calixtino formen parte del Programa Memoria del Mundo.

legado de Cajal
El Instituto Cajal conserva el diploma que certifica el Premio Nobel de 1906 otorgado a Cajal.
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Astrocitos dibujados por Cajal en su cuaderno de laboratorio, viendo células de la glía antes de que nadie supiera qué era.
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Preparaciones histológicas realizadas por Ramón y Cajal para el estudio del sistema nervioso, conservadas en el archivo.
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"Para trabajo de refutación de los antineuronistas", puede leerse en la nota manuscrita por Cajal. ¿Sería esta caja la que cambió el rumbo de la neurociencia?

La inclusión del legado de Ramón y Cajal hace que el Nobel español se una a la exigua lista de científicos cuyas colecciones forman parte del Programa Memoria del Mundo de la UNESCO. Otros archivos de investigadores protegidos por este registro internacional son los fondos documentales de Nikola Tesla, cuyo legado permite comprender "la historia de la electrificación mundial", según la organización internacional; de Carl von Linneo; de Alfred Nobel; de Nicolás Copérnico o de Louis Pasteur.

La protección del legado de Cajal facilitará a partir de ahora su preservación, el acceso documental a la documentación y el fomento de una mayor conciencia acerca de su existencia y de su importancia. Los promotores de la propuesta también esperan que el reconocimiento de la UNESCO suponga el respaldo definitivo de cara a la creación de un museo sobre la figura de Santiago Ramón y Cajal. El Programa Memoria del Mundo de la UNESCO cuenta en su registro internacional con otras colecciones de gran relevancia histórica, como los archivos sobre el proceso penal contra Nelson Mandela, el archivo sobre la construcción y la caída del muro de Berlín o el diario de Ana Frank.

Fe de errores (2/11/2017): El Programa Memoria del Mundo de la UNESCO incluía hasta la fecha las colecciones documentales de un número limitado de científicos, no solo de Nikola Tesla, como por error se indicó en la primera versión del artículo.

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