Haumea, situado más allá de Neptuno, es uno de los planetas enanos situados en el sistema solar. Aunque Plutón sea el más conocido, lo cierto es que Haumea presenta características sorprendentes. Este planeta enano, cuya órbita solar dura 248 años, continúa siendo un gran misterio científico. Los pocos detalles que conocemos acerca de este minúsculo cuerpo celeste apuntan que Haumea presenta una forma achatada y tiene una gran cantidad de agua helada.

Un nuevo estudio, publicado hoy en la revista Nature, sugiere que este objeto del sistema solar cuenta además con otras características sorprendentes. La más importante es que Haumea presenta un anillo, según ha descubierto un equipo internacional de científicos, entre los que se encuentran investigadores españoles del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC), la Universitat de València, la Universidad del País Vasco o la Universidad de La Laguna, entre otras instituciones. Es la primera vez que se detecta una estructura de este tipo en un planeta enano, formada probablemente por fragmentos de hielo y roca.

"Hasta ahora solo conocíamos la existencia de anillos alrededor de los planetas gigantes, como Saturno y Júpiter, y con este estudio hemos descubierto que los planetas enanos también pueden tener anillos", ha explicado José Luis Ortiz, primer autor del artículo en Nature y miembro del IAA-CSIC. Hasta el año 1977, la comunidad científica pensaba que únicamente Saturno contaba con este tipo de estructuras, aunque más adelante se descubrieron anillos en Júpiter, Neptuno y Urano.

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Crédito: IAA-CSIC/UHU.

A juicio de Ortiz, existen "varias explicaciones para la formación del anillo". El investigador español sugiere que la estructura pudo originarse tras una colisión con otro objeto o por la liberación del material que se encontraba en la superficie de Haumea debido a su rápida rotación. Este cuerpo celeste, con forma de balón de rugby, gira muy rápido —su día presenta una duración de solo cuatro horas—. Esta alta velocidad, la más rápida de cualquier objeto de más de 100 kilómetros de todo el sistema solar, según el CSIC, provoca la deformación de Haumea y tal vez la presencia de la estructura observada ahora.

Por otro lado, Amanda Sickafoose, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés), destaca el hallazgo sobre el planeta enano. "El descubrimiento sugiere que los anillos no son tan raros en el sistema solar como anteriormente pensábamos", asegura en una tribuna publicada en Nature la investigadora, que no ha participado en el estudio. Los científicos también han estimado otros detalles sobre Haumea, como su tamaño, forma y densidad, gracias al paso del planeta enano por delante de una estrella, un fenómeno monitorizado por doce telescopios de diez observatorios europeos. Así pudieron determinar que el cuerpo celeste es bastante más grande, menos denso y reflectante de lo que se creía hasta la fecha.

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