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Crédito: NASA, ESA, y G. Bacon (STScI).

Fuera del sistema solar, a 1.370 años luz de la Tierra, se encuentra un inusual y enigmático mundo. Este exoplaneta, que ha recibido el nombre de Kepler-13Ab, ha sido descubierto por el telescopio espacial Hubble de la NASA y de la Agencia Espacial Europea (ESA). Entre las características más llamativas de este lugar, los investigadores han descubierto que que en este abrasador mundo llueve óxido de titanio, un compuesto químico que se utiliza en las cremas solares como decolorante y como filtro frente a la radiación ultravioleta.

Uno de los detalles más curiosos sobre estas precipitaciones de protector solar es que solo ocurren en el lado oscuro del exoplaneta. La parte más caliente y ardiente de este inusual mundo, que se encuentra muy cerca de su estrella, Kepler-13A, no se ve afectada por las nevadas de óxido de titanio. Según explica la agencia espacial norteamericana en un comunicado, los astrónomos del Hubble sugieren que fuertes vientos trasladan este compuesto químico hacia los rincones más oscuros y fríos de este planeta. Allí el óxido de titanio se condensa, dando lugar a nubes, que finalmente precipitan en forma de nieve.

Por otro lado, la gravedad de la superficie de Kepler-13Ab, seis veces mayor que en Júpiter, lleva la nieve de protector solar desde la atmósfera superior hacia las capas más inferiores, donde el óxido de titanio queda atrapado. El hallazgo de este curioso mecanismo fue bastante sorprendente, ya que los científicos no buscaban este compuesto químico en el exoplaneta. Al descubrir el mundo con el telescopio Hubble, los investigadores vieron que su atmósfera era más fría en las regiones exteriores, algo que no suele ser habitual, teniendo en cuenta la cercanía a la estrella. Su estudio les llevó a pensar que la forma gaseosa del óxido de titanio, absorbente de la luz, era retirada de la capa atmosférica del lado diurno del exoplaneta, que ha sido descrito además como un "Júpiter caliente".

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Crédito: NASA, ESA, y A. Feild (STScI).

Es la primera vez que se describe este mecanismo, conocido como "trampa fría", en un exoplaneta, es decir, en un mundo situado fuera de las fronteras del sistema solar. Las investigaciones realizadas con el telescopio Hubble han permitido estudiar las condiciones atmosféricas y meteorológicas de este tipo de planetas. En el futuro, los datos obtenidos a partir de estos estudios ayudarán a conocer la habitabilidad de exoplanetas similares a la Tierra, de carácter rocoso. La elección de este mundo ha permitido comprender mejor sus características, que incluyen temperaturas superiores a los 2.700ºC en el lado diurno de Kepler-13Ab. Además, según la NASA, las observaciones confirman que este tipo de precipitaciones o nevadas pueden suceder en planetas tan masivos y calientes como este.

"Posiblemente, este proceso de precipitación está ocurriendo en la mayoría de los Júpiter calientes observados, pero esos gigantes gaseosos tienen menor gravedad superficial que Kepler-13Ab", ha explicado Thomas Beatty, investigador principal en la Universidad Estatal de Pensilvania. Su trabajo ha permitido comprender cómo cae la nieve de óxido de titanio, un compuesto principal de las cremas y lociones solares en la Tierra, además de sugerir el impacto que puede llegar a tener la gravedad superficial en un exoplaneta sobre la composición atmosférica. "Al mirar estos planetas, necesitas saber no solo cómo de calientes están, sino cómo es su gravedad", zanja Beatty, destacando la necesidad de analizar en detalle estos mundos para conocer un poco mejor el universo.

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