En medio del debate de las transferencias de datos de hacia los Estados Unidos, las nuevas exigencias que quiere poner en marcha la Comisión Europea para facilitar la tarea de los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, del terrorismo internacional y del Brexit, WhatsApp ha vuelto a denegar al Gobierno británico la creación de una puerta trasera para acceder a las comunicaciones del servicio de mensajería.

WhatsApp, que utiliza cifrado extremo a extremo (excepto cuando se almacenan los mensajes en nubes como la de iCloud), lo que imposibilita a la compañía el acceso a las comunicaciones de los usuarios y, por tanto, el acceso de los gobiernos a dichas comunicaciones, ha negado la petición, especialmente controvertida, del Gobierno británico que buscaba que la compañía abriese una puerta trasera en el servicio para que sus agencias pudieran acceder a los mensajes.

El asunto llega en un momento especialmente grave con el debate del Brexit en ciernes y con la sombra de terrorismo internacional que está castigando los países europeos con especial virulencia, arrojando de nuevo el debate de la opinión pública entre la privacidad y la seguridad, las garantías de las comunicaciones de los ciudadanos y su contra con el acceso a las mismas por los servicios de seguridad en pos de la seguridad nacional.

La Unión Europea quiere hacer obligatorio el cifrado punto a punto

Y es que como ha venido sosteniendo la mayoría de la industria tecnología, entre ellos, Apple y su CEO, una puerta trasera supone más un peligro para la privacidad de los usuarios que el beneficio real de la lucha contra los criminales que se puede sacar de un mecanismos de este tipo.

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