Qué terror todo lo que pasa. Que la historia se esté concentrando en Ally y no sepamos a donde va todo este embrollo. "Neighbors from Hell" es el título de este tercer episodio de Cult y lo cierto es que la séptima temporada, aunque entretenida, comienza a gastar sus cartuchos.

A diferencia de los anteriores episodios este no comienza en el punto que se quedó el capítulo pasado sino con unos personajes que no conocemos. Una chica llamada Rosie cuenta sobre su fobia a los ataúdes y cómo esta se le desencadena al estar en intimidad con su esposo. Luego habla de su "recuperación" y nos damos cuenta de que ella es la paciente del doctor Rudy Vincent, el psicólogo de Ally.

Cuando la pareja llega a su casa quieren celebrar sus avances y es cuando vemos a la pandilla de payasos atacar una vez más. El peor miedo de Rosie se hizo realidad: sendos ataúdes esperan por ella y su esposo. La banda de payasos malvados los mete en ellos a la fuerza y los cierran con tornillos. Nos quedamos con esta escena y más tarde en el capítulo vemos que la pareja fue descubierta muchos días después, cuando ya era demasiado tarde.

La terrorífica historia de los payasos siniestros

Racismo y otros males

Los creadores de la serie y de esta temporada se han esforzado por encarnar en los personajes los enfrentamientos sociales y políticos que aquejan a la sociedad estadounidense. Es decir, el incremento de las posiciones radicales, el tema de los inmigrantes, el interminable tema de los derechos civiles de las minorías y las críticas a las clases más privilegiadas.

Por este camino es que se le da tratamiento a la muerte de Pedro Morales, el trabajador de Ally e Ivy al que la primera le disparó en un ataque de miedo durante el apagón que puso en jaque a la ciudad. El policía le dice que no se presentarán cargos en su contra pues según esto en Michigan está permitido defender el hogar así sea con un arma.

Las protestas en el restaurante de la pareja (que curiosamente se llama "La Carnicería") no se dejan esperar. Los manifestantes alegan la privilegiada posición de Ally para salir sin ningún problema del accidente que le costó la vida a Pedro. Aquí es donde vuelve a aparecer el siniestro, Kai Anderson (Evan Peters) y le dice a Ally que él se encargará de todo el asunto.

Es muy sospechoso que este personaje se esté convirtiendo en clave en todos los eventos de la historia. Su presencia está por todas partes aunque aún no se nos aclara qué tanto y cuáles son sus ¿poderes? O qué son esas sesiones extrañas que tiene con los demás personajes en donde estos les cuentan sus miedos más ocultos.

El horror de sangrar

La locura de todos los personajes se combina y vemos cómo los vecinos, los Wilton, tocan a la puerta de Ally vestidos con unos sombreros a pegarle dos gritos sobre sus privilegios de blanca. Los argumentos que dan una parte y la otra son una sátira de lo que se dice en estos casos en la vida real.

Luego regresa Winter (¿en serio estas chicas son ciegas o qué, cómo es que no se dan cuenta de lo oscuro que siempre viene detrás de esta niñera?) y sorpresivamente le devuelven su trabajo. Está en esto cuando dice que dejó entrar al tipo "que viene por el anuncio". Cuando van a ver de qué tipo habla Winter se encuentran con un hombre desnudo en la sala masturbándose. Ante las amenazas de Ivy éste insiste en que sólo fue por el anuncio y se retiró enfadado (y desnudo).

Las chicas revisan en internet y encuentran un soez anuncio buscando "hombres blancos que quieran atender a dos lesbianas cachondas". Es cuando Ally habla por teléfono con el doctor Vincent y se nos revela (o al menos eso parece) que él bien puede ser parte de todos los temibles eventos que están dándose en la ciudad pues, mientras habla con Ally se le ve acomodando unos pines con sonrisas y caritas de payasos. Es decir: la marca que deja la pandilla que está atacando hogares y matando a sus ocupantes.

Luego vemos que Winter (otra vez) deja que los vecinos le obsequien a Oz una cobaya. Los Wilton hacen esa "ofrenda de paz" por la discusión que tuvieron anteriormente. Ally prohíbe a Oz quedarse con la mascota y éste usa el mejor recurso que tiene: lastimar a su madre diciéndole que sólo quiere a su mamá de sangre, o sea Ivy.

Parece que cuando Ivy y Ally por fin encuentran un momento de paz las cosas se vuelcan sobre ellas con mayor fuerza. Apenas habían pasado un rato tranquilo tomando helado en su restaurante y riendo como familia (y Oz disculpándose por lastimar a Ally) y ya están en serios aprietos. Al regresar a su casa la encuentran marcada con la terrible marca de la banda asesina, es decir una cara sonriente con una nariz roja y chorreante. Entran a la casa, encuentran a la pobre cobaya en el microndas y a tiempo para vera explotar (qué tino ¿no?).

Es entonces cuando Ally pierde la cabeza y sale en dirección de sus vecinos. Los amenaza, los agrede, cuando se retiran es que ven la marca de los asesinos pero no se los advierten. Por supuesto esto es algo que ya nos prepara para lo que viene.

Ya en casa Oz les dice que su compu tiene un virus y está inservible. Ellas intuyen algo mal en la historia del niño y lo obligan a abrir la laptop. Entonces se dan cuenta de que está viendo una grabación de Ally y Winter en su peculiar encuentro en la bañera. Para Ivy eso es todo y explota. Le dice a Ally que se va a ir con su hijo y que ella se quedará sola. Están en esto cuando al salir de la casa encuentran a la policía con los vecinos, o mejor dicho con el vecino que se resiste al arresto. Grita y vocifera que "él no hizo nada", es entonces cuando ve a las chicas y las acusa de ser la causa de lo sucedido. No está claro qué es pero intuimos que algo le pasó a Meadow, pues el episodio se termina mientras todos observan un camino terrible de sangre que se dirige al dormitorio de los Wilton.

YouTube video

Síguenos cada semana:

‘American Horror Story: Cult’ 7×01, los siniestros somos nosotros

‘American Horror Story: Cult’ 7×02, todos tenemos miedo… y odio

Recibe cada mañana nuestra newsletter. Una guía para entender lo que importa en relación con la tecnología, la ciencia y la cultura digital.

Procesando...
¡Listo! Ya estás suscrito

También en Hipertextual: