"No pasará un día sin que se incendien las redes", decía un viejo dicho. O no, puede que me lo esté inventado, pero describe una realidad muy al orden del día. Cuidado a la hora de levantar el dedo: la culpa no la tienen ni los usuarios ni los lectores. Muchas veces, los verdaderos culpables son el origen, los protagonistas, de situaciones que bien merecen una hoguera (mediática, se entiende). Los últimos ejemplos, como hemos podido ver estos días, son Javier Cárdenas y Rosa Montero. Pero no son los únicos, ni mucho menos. Por desgracia, los medios de comunicación cuentan con muchos "cuñaos" defensores de la pseudociencia, o la anticiencia en el peor de los casos.
Mariló Montero
Probablemente uno de los casos más discutidos en los últimos tiempos haya sido el de Mariló Montero. ¿Por qué? Por dos cuestiones muy sencillas. En primer lugar, el tema del que se habla, el cáncer. En segundo, porque todo lo ocurrido fue en RTVE, en el programa Saber Vivir, conocido por su temática relacionada con la salud. Pero refresquemos lo ocurrido. A principios de 2015, Mariló Montero afirmó ni corta ni perezosa que oler un limón podía prevenir el cáncer. La afirmación provocó una profunda indignación y posterior protesta de la Organización Médica Colegial. También se movilizó una gran cantidad de divulgadores médicos y científicos para pedirle al Defensor del Espectador que tomara cartas en el asunto. Lo más gracioso del asunto es que en vez de rectificar o retractarse (o tan siquiera admitir que podría haberse equivocado), y a pesar de las amonestaciones de RTVE, la presentadora ha seguido en sus trece con una actitud bastante lejos de la humildad. Por cierto, lo del limón no es lo único que achacarle. Como buena cuñá, Mariló cree que con los orgános se transmite el alma de la persona. Ahí le has dado.
Rosa Montero
De monteros va la cosa. Este caso es uno de los más recientes, de hecho. En un reciente y reivindicativo artículo, la experimentada periodista hablaba sin tapujos de varios hechos concernientes a nuestra realidad científica. Por ejemplo, la creación de semillas transgénicas por parte de Norman Borlaug. O "la repentina obsesión científica que le ha entrado a nuestra, en general, acientífica sociedad para denunciar la homeopatía" (sic), una acción "contra una práctica barata y desde luego inocua" (sic). El problema es que Borlaug, el artífice de la "revolución verde" que salvó de la muerte a millones de personas, no creó ninguna semilla transgénica. Ni la homeopatía es barata (aunque puede que sí inocua). Escudada en un ensayo de opinión, la Sra. Montero lejos de admitir el sinsentido del artículo se limitó a escribir un escueto post en Facebook que luego transmitió a la Defensora del Lector. Un texto bastante elocuente en cuanto a lo que arrogancia se refiere, me temo. Es una pena, Rosa Montero, pues no es su error el que empaña su carrera, sino su actitud. No obstante, y lanzada la piedra, hay que dejar claro el excelentísimo trabajo realizado en su elongada carrera en pros de la divulgación científica. Un trabajo que todavía deja huella a pesar de los errores cometidos (y que todos cometemos).
Javier Cárdenas
Venga, hablemos de las últimas noticias. Efectivamente el polémico (por gusto) presentador decidió el otro día darle crédito a los más viejos y desgastados falsos rumores: las vacunas provocan autismo. Su acción provocó una reacción que todavía estamos viviendo, como podréis imaginar. El hecho de tener un sueldo pagado con una televisión pública que ya anda de uñas por el tema de las pseudociencias sólo ha conseguido aumentar la presión. Pero, de nuevo, el título de cuñao no lo da el error. Lejos de admitir el fallo, el presentador no dudó en acusar de manipuladores a todos aquellos que señalaban sus declaraciones. Aunque ahora ha eliminado los tweets donde lo afirmaba, en las tripas de Internet queda el recuerdo.
José María Íñigo
Por desgracia, a veces el cuñadismo científico salpica a quien menos te lo esperas. Este es el caso del seis veces premiado como mejor presentador, José María Íñigo. ¿Y qué error cometió el periodista? Negar un hecho histórico bien documentado: que hemos pisado la Luna. Pero bueno, admitamos que este tema no es tan sensible como los anteriores. Si no fuera por el patinazo, el currículo del presentador estaría bastante limpio. Pero afirmar que existen científicos que niegan la alunización es un poco aventurado de más. La comunidad científica está en un consensuado acuerdo de que hemos pisado la Luna en varias ocasiones. De hecho, hemos estado más veces en la Luna que en el fondo de nuestro propio planeta.
Pau Donés
No hay nada peor que ser desagradecido. El cáncer remitido en Pau Donés puede dar buena cuenta de ello. Y es que el cantante de Jarabe de Palo, tras ser diagnosticado y tratado gracias a la medicina convencional, ha renegado del existoso resultado al promover las locas ideas de Pàmies. Este personaje, bastante mediático en los últimos tiempos, utiliza los verdaderos conocimientos fitoterapéuticos para promover una suerte de tratamientos "mágicos" y del todo pseudocientíficos, casi panacea. Tratamientos que, por supuesto, no tienen ningún tipo de base científica, claro. Es triste ver cómo una figura tan mediática defiende una acción estafadora, promoviendo un debate que no debería existir.
Jaume Barberà
Puede que sea más conocido en los círculos catalanes, pero el papel de Jaume Barberà ha sido (y es) muy importante en los medios de comunicación. Este director y presentador, además de director, de varios medios catalanes dirigió, entre otros, varios capítulos de Retrats donde se defendía el papel de la homeopatía, la osteopatía o la "salud hormonal" de Verdaguer. Todo este elenco pseudocientífico no tiene, a pesar de las confusiones que puedan generar, evidencia científica alguna. Su caso fue expuesto ante el Consell de l’Audiovisual de Catalunya. Pero Barberá continua en sus trece.
Juan Manuel de Prada
¿Qué tiene que decir un crítico literario sobre la evolución? Bueno, parece que mucho. O al menos intentarlo. Por descontado, cada cual puede tener la opinión que le de la gana. Pero tildar a los medios y al consenso científico de tergiversadores y manipuladores a la hora de hablar del creacionismo es un poco... demasiado. El escritor no duda en defender la idea de que detrás de todo existe un creador. Y que además, los científicos que tratan de entender el universo de una forma que parece contraria a esta idea y manipulan los hechos de forma vil. Es más, aunque es difícil obtener los artículos originales, Alfonso Gámez tuvo a bien el retratar algunos de los artículos donde el crítico atacaba con fiereza un concepto científico más que superado desde el siglo pasado: la teoría de la evolución. Pero claro, mejor si dejamos las polémicas científicas a los científicos, ¿no?
Mercedes Milá
No hace tanto tiempo, la siempre llamativa periodista protagonizó otras de las absurdas debacles de Internet. Absurdas porque nunca debió de existir. Pero la razón de que ocurriera se debe única y exclusivamente a, de nuevo, su actitud arrogante y estulta. Pongámonos en situación: Chester in Love, un programa de televisión, Risto Mejide como presentador, Mercedes Milá como invitada y José Miguel Mulet como experto en bioquímica... nada bueno puede salir de aquí. Y es que ante los comedidos comentarios del bioquímico sobre el libro La enzima prodigiosa y la pseudociencia que contiene a la periodista no se le ocurrió otra cosa que contestar que el investigador tenía sobrepeso y que debía leer el libro para adelgazar. Sí señores, para qué contrastar una opinión si los argumentos vienen de un reconocido profesional de la misma rama. Si total, como ya han dicho por ahí, una opinión vale más que mil hechos científicos.
Las Campos
Pero también se puede ser un poco cuñao (en el tema científico, ojo) en pareja. Esto es precisamente lo que le ha ocurrido, tristemente, a dos grandes periodistas de las que no dudamos de su profesionalidad. Al menos si dejamos la ciencia fuera de escena. María Teresa Campos y su hija Terelu Campos protagonizaban un docu-reality llamado Las Campos en el cual se presentaban como protagonistas del programa. Hasta ahí todo normal si no fuera por que, cómo no, el cáncer tenía que salir a la palestra. En uno de los episodios, en el que las protagonistas comparten mesa y mantel, la conversación gira en torno a este tema. En un momento dado, una de las invitadas suelta: "Yo creo que somatizas y somatizas una parte u otra, hay una célula en tu cuerpo y muta". Vamos, que el cáncer es producto de una somatización, en otras palabras, culpabiliza al paciente de padecer un tumor. Esta es una hipótesis absurda defendida en su rama más extrema por círculos pseudocientíficos. Por desgracia, cuando se habla de este tema, lo que se quiere decir en realidad es que la persona afectada podría curarse o incluso no haber sufrido la patología si no hubiera padecido trastornos emocionales, cosa que es manifiestamente falsa.
David Trueba
Acabamos esta lista (aunque podríamos seguir) con el periodista, director y guionista, David Trueba. ¿Y qué error puede haber cometido este director para ser salpicado por el cuñadismo científico? Alimentar la conspiranoia de la radiación perniciosa WiFi. Hace unos años, en una columna del País, "analizaba" la sospechosa actitud de los científicos a la hora de investigar en este área. Es más, ni corto ni perezoso, insinuaba que los conflictos de intereses, algo para lo que nos preparamos todos los profesionales de la ciencia, están detrás de la mayoría de estudios que defienden uno u otro hecho. Bueno, eso, además de conspiranoico, también, no es cierto. Es como afirmar que todos los policías del mundo son corruptos. O que todos los políticos roban. Ejem. En definitiva es una afirmación generalista y desacertada que no sirve para argumentar una posición del todo pseudocientífica. Pero ¿a quién le importa el rigor científico?