El último teléfono de OnePlus se acerca un paso más a ese objetivo que el fabricante tiene marcado en su ADN: ofrecer las mejores prestaciones por el menor precio posible. Así es el OnePlus 5.En 2017, el mercado de teléfonos móviles es muy diferente al que encontrábamos en 2010. Durante aquellos primeros años de expansión del concepto smartphone era misión imposible disfrutar de una buena experiencia de uso sin invertir cierta cantidad de dinero.

Ahora, en cambio, invertir cifras superiores a los 500 euros es algo totalmente voluntario. Por debajo de esa cifra es posible hacerse con móviles cuya experiencia de usuario es más que digerible. De hecho, en algunos casos como el de OnePlus, es posible hacerse con teléfonos móviles que se aproximan, y mucho, a los mejores smartphones del sector.

El OnePlus 5, presentado por el fabricante asiático hace menos de una semana, es una iteración más en esa filosofía de ofrecer lo mejor del sector por el menor precio posible. No obstante, este nuevo teléfono profundiza un poco más en ese objetivo y se aproxima más que sus predecesores a ese móvil casi utópico que equipara en prestaciones a los mejores teléfonos del sector con un precio notablemente inferior.

Una de las claves de esa mayor proximidad es el diseño y la construcción que OnePlus ha desarrollado para el OnePlus 5. El frontal mantiene unas líneas muy similares a sus predecesores, pero los laterales y la zona posterior son una historia completamente diferente. Ahí la compañía asiática ha cambiado por completo tanto las líneas del producto como el acabado general, logrando un cuerpo mucho más refinado y atractivo.

El problema de este rediseño es la clara inspiración que OnePlus ha tenido del iPhone 7 Plus, el principal teléfono de Apple. La parte trasera del teléfono es prácticamente idéntica tanto en la distribución de los elementos como en el acabado. De hecho, quien haya probado un iPhone 7 Plus sentirá una gran familiaridad con el OnePlus 5.

No obstante, eso no es una mala noticia para los posibles compradores del OnePlus 5. El teléfono encaja en la mano como un par de piezas de LEGO, y estéticamente es lo suficientemente resultón como para atraer miradas y dejarse querer.

Los únicos dos puntos negativos de este diseño son la baja fricción del cuerpo (que hace que sea más resbaladizo de lo habitual) y los grandes marcos que recubren las inmediaciones de la pantalla. Eso sí, considerando sus 499 euros de precio, la relevancia de estos errores es menor que en otros móviles como el Huawei P10 o el Sony Xperia XZ Premium, cuyo precio es entre 150 y 250 euros más alto.Desde un punto de vista técnico, el OnePlus 5 equipara —e incluso supera— a los principales móviles del mercado. En el interior del chasis se encuentra un SoC Qualcomm Snapdragon 835 junto a un chip de 8 GB de memoria RAM, una cifra que ningún fabricante ha alcanzado con sus smartphones de gama alta para 2017.

Esta combinación, junto con los diferentes modos de funcionamiento para el SoC desarrollados por OnePlus, hace que el desempeño del móvil sea casi perfecto en cualquier situación. Los tiempos de carga son reducidos, las transiciones fluidas y las aplicaciones más exigentes (como videojuegos 3D) funcionan a la perfección sobre esta plataforma.

El OnePlus 5 es uno de los teléfonos con mejor rendimiento y experiencia de uso de 2017.

Las ligeras caídas de FPS que todos los Android presentan —e incluso el iPhone, en determinadas situaciones— no se ausentan en el OnePlus 5, pero son tan esporádicas y ligeras que pasan desapercibidas para la gran mayoría de personas. Solo los más perfeccionistas y exigentes podrán apreciar estos minúsculos incidentes.

Mención especial merecen las acusaciones que OnePlus ha recibido por hacer trampas en diferentes pruebas de rendimiento sintéticas. El propio CEO de la compañía asegura que la intención de OnePlus no es lograr mejores puntuaciones en las pruebas de rendimiento, sino desbloquear todo el potencial del SoC en situaciones muy concretas, como los benchmarks o las aplicaciones más exigentes. Solo bajo esas situaciones se activa el modo de máximo rendimiento que altera las frecuencias de reloj del SoC para extraer el máximo jugo del teléfono.

El problema de esta práctica, como algún ingeniero de Google ha reconocido públicamente, es el riesgo de sobrecalentamiento y, por consiguiente, el posible daño de la circuitería interna del teléfono tras pasar periodos prolongados operando sobre este modo de máximo rendimiento. La solución de OnePlus a este problema es el apagado automático del móvil cuando determinadas temperaturas son alcanzadas en el interior del dispositivo. De esta forma se asegura la integridad del teléfono cuando una situación extrema es alcanzada.

Afortunadamente, la realidad no es tan alarmante como las primeras informaciones parecían indicar. El OnePlus 5 logra disipar el calor de una forma muy eficaz, produciendo una sensación térmica similar a la generada por otros teléfonos de categoría similar (como el Galaxy S8 o el Huawei P10).

En el OnePlus 5, la compañía ha renovado su apuesta por la tecnología DASH, desarrollada por el fabricante en sus propios headquarters. Esta tecnología introduce un amperaje y un voltaje superior a lo habitual, permitiendo que la recarga de la batería se produzca a un ritmo notablemente mayor. Tan mayor que sorprende, de hecho.

El sistema DASH recarga la batería a un ritmo sorprendente.La autonomía, de forma paralela, es casi tan elogiable como el sistema de carga rápida. La batería de "solo" 3.300 mAh es suficiente para alimentar toda la circuitería del teléfono durante periodos de tiempo muy prolongados, superando a teléfonos previos como el OnePlus 3T y alcanzando las cifras de productos como el Galaxy S8+.

La combinación de ambos elementos (carga rápida y prolongada autonomía) convierte al OnePlus 5 en un teléfono lo suficientemente autónomo como para acompañar al usuario incluso en las jornadas más intensas, en las que las conexiones son más desfavorables y la carga de trabajo del SoC es superior a lo habitual.

Parte de la responsabilidad de estos buenos resultados recae sobre todo el software desarrollado por OnePlus, quien vuelve a apostar por Oxygen OS y, cómo no, por la limpieza y eficiencia del sistema.

La experiencia de uso de Oxygen OS es muy similar a la que ofrecen teléfonos como el Google Pixel: sencilla, limpia y libre de artefactos innecesarios. Eso sí: OnePlus agrega una serie de características y ajustes extremadamente útiles, como la posibilidad de utilizar botones de software sobre la pantalla, aplicar temas sobre el sistema o soporte nativo para paquetes de iconos. Las posibilidades son mucho mayores que en otros teléfonos Android; y lo mejor es que OnePlus las ha integrado sin sobrecargar ni dificultar el uso del teléfono.

A diferencia de otras capas de personalización, Oxygen OS no resta, suma; y además suma sin incrementar la dificultad de uso del teléfono.

El lector de huellas dactilares, situado en el frontal, es eficaz y veloz a partes iguales. Está integrado en un botón capacitivo que también hace las funciones de botón home. Para desbloquear no hace falta presionar ningún botón: solo es necesario dejar reposar brevemente el dedo sobre la superficie del botón home.

La pantalla del teléfono mantiene tres propiedades de su predecesor: tecnología OLED, 5,5 pulgadas y resolución Full HD. Las virtudes son múltiples: buen contraste, buena representación de color, buen brillo y una baja reflectividad del cristal. Más que suficiente para la gran mayoría del público potencial y, sobre todo, muy por encima del mínimo que se exige a terminales de su mismo rango de precio.

No obstante, el OnePlus 5 no quiere medirse con teléfonos de su misma etiqueta. Quiere compararse con los más grandes del sector. Y es en esa deseada comparación donde la calidad de su pantalla, por un margen relativamente pequeño, no logra alcanzar el mismo nivel que el iPhone 7 de Apple o el Galaxy S8 de Samsung.

Algo muy similar sucede con la cámara fotográfica principal. OnePlus ha hecho un gran énfasis en ese aspecto. Ha desarrollado un nuevo modo retrato, ha apostado por nuevos componentes y ha recurrido al equipo de DxOMark para perfeccionar sus algoritmos y aproximarse un poco más a la gama alta. Pero, pese al más que evidente avance, la realidad es que la cámara del OnePlus 5 sigue un paso por detrás de los mejores.

El modo retrato del OnePlus 5 es más realista que otros como el de Huawei, pero inferior al del iPhone 7 Plus.

Para realizar una buena fotografía en modo retrato, el iPhone 7 Plus separa una misma imagen en diez capas de profundidad. La capa número 1 es el sujeto, con el máximo nivel de enfoque. La capa número dos y las sucesivas son las que están detrás del sujeto principal, y su desenfoque aumenta de forma progresiva conforme aumenta la distancia respecto a la cámara. De esta forma se genera un blur progresivo muy cercano al que las cámaras DSLR producen.

El OnePlus 5 emplea un sistema muy similar al del iPhone 7 Plus, pero no siempre mide bien las distancias y, por consiguiente, no siempre aplica el nivel de desenfoque apropiado a todos los objeto de la escena.

En retratos sencillos, los resultados son muy buenos. Detecta bien los bordes del sujeto y el blur que aplica es bastante natural. Cuando la escena se complica y el número de objetos a diferentes distancias aumenta, muestra algunas de las dificultades citadas anteriormente. No obstante, OnePlus insiste: el modo retrato está en fase beta e irá mejorando con futuras actualizaciones.

Además del modo retrato, el OnePlus 5 monta un sistema de zoom híbrido. Sus dos lentes tienen distancias focales diferentes, pero el teléfono también recurre al zoom digital para ofrecer un mayor rango de ampliación. Según OnePlus, el zoom es óptico hasta el 1,7 aumentos. Por encima de este, el teléfono aplica el zoom digital con la consecuente pérdida de calidad.

La segunda lente permite realizar zoom óptico de 1,7 aumentos. A partir de ahí, todo es digital.

Más allá del zoom y del modo retrato, el OnePlus 5 monta una cámara bastante solvente en buena luminosidad, con buena representación de color y un rango dinámico bastante apropiado. El modo HDR automático, además, ayuda a resolver las escenas más complejas con soltura, produciendo imágenes vivas, luminosas y con buen contraste.

Cuando la luz comienza a desaparecer, eso sí, el OnePlus 5 muestra algunas deficiencias en aspectos como el ruido o la temperatura de color. Las cámaras de Samsung y Apple no solo parecen captar algo menos de ruido, también saben camuflarlo mejor mediante el procesado posterior de la imagen. Y eso es fácilmente apreciable si sea amplía una imagen nocturna.

Fernsehturm de Berlín, sin zoom.
Fernsehturm de Berlín, con un zoom de dos aumentos.
Buen rango dinámico y buena nitidez en escenas luminosas.

Modo retrato del OnePlus 5. Mide bien todo en una escena relativamente sencilla. Salvo por el ruido, resuelve bien la situación.
Otra imagen en modo retrato. Los auriculares tienen el mismo nivel de desenfoque que la lata de refresco, pese a estar más lejos. Ahí se pueden apreciar las dificultades en la medición de distancias.

Conclusión

El OnePlus 5 se puede juzgar de dos formas muy diferentes: como un aspirante a la realeza del sector (que es lo que OnePlus busca) o como un simple teléfono de 499 euros.

Como un aspirante a la realeza del sector, este teléfono se queda justo a las puertas del selecto club integrado por Samsung, Apple y el resto de grandes fabricantes. La falta de originalidad en el diseño, la ligera inferioridad de su pantalla y la falta de refinamiento de la cámara son algunas de las mayores razones por las que este OnePlus 5 no está listo para competir con el músculo de un Galaxy S8 o un iPhone 7 Plus.

Pero como un producto de 499 euros, la conclusión es bastante diferente: no hay un teléfono mejor que el OnePlus 5 por menos de 500 euros.

Pros

  • Rendimiento. Perfecto. De lo mejor en Android de 2017.
  • Carga rápida. El sistema DASH es excelente. Carga muy rápido y es muy eficiente en la entrega de potencia.
  • Diseño. Atractivo, cómodo, refinado. Pese a la clara inspiración del iPhone, el OnePlus 5 es muy bueno en este sentido.

Contras

  • Resistencia a polvo y agua. Comienza a ser imprescindible, y en el OnePlus 5 sigue ausente.
  • Cámara. Para su rango de precio es una cámara formidable. Pero para competir con los mejores (y es justo lo que OnePlus busca), hay que dar un pasito más hacia delante.

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