Vives en él, piensas en él, existes en él. Y, sin embargo, probablemente desconozcas algunas de las afirmaciones más inquietantes y sorprendentes del universo. Porque es tan grande, tan vasto, tan inconmensurablemente incomprensible... que jamás podremos entender todo lo que nos muestra. Pero no hace falta llegar tan lejos para ser conscientes de lo terriblemente complicado que es. Para mostrarlo os traemos algunas de las cuestiones más extrañas que hemos descubierto (o de las que tenemos algunas evidencias) del universo; algunas de las cuales ya mostró el físico Javier Santaolalla en un magnífico vídeo divulgativo. Vamos allá.

El universo es plano

Vivimos en un espacio tridimensional (más o menos), por lo que pensar en un universo plano es, cuanto menos... poco intuitivo. Pero cuidado, que no hablamos de un universo bidimensional. Sino de la curvatura del espacio. Según todas las evidencias, el universo es plano. Si tenemos en cuenta a los cálculos, llevados a cabo por primera vez en la época de Einstein, el universo puede tener la curvatura de una esfera, de una "silla de montar", o ser por completo plano. Según las evidencias, el universo que concebimos a día de hoy es completamente plano. O con una ligera curvatura. Esta depende de la cantidad de materia y energía que contenga el universo. Por el momento hemos observado que el universo no sólo es plano, sino que se expande de forma infinita. Esto apunta a otro hecho relacionado: si el universo es plano, debido a la formulación matemática que lo describe, debe existir un equilibrio de materia y energía. Sin embargo, desconocemos las cantidades exactas. Por otro lado, si el universo que conocemos, el espacio, no fuera plano, los vértices de los triángulos, por ejemplo, no medirían 180ºC. Aunque claro, tampoco lo sabríamos.

No existe el centro del universo

Chris Schur. Galaxia del Triángulo, captada desde Payson, Arizona

Esta es probablemente una de las cuestiones más difíciles de aprehender sobre el universo. El universo no tiene un centro claro. O más bien, cualquier lugar puede ser el centro del universo. Imaginemos el comienzo. No existía nada. De pronto, una explosión y el universo comienza a existir. Con él llegan el espacio, el tiempo, la materia y la energía. Entonces, podemos situar el centro en el punto donde comenzó la explosión, ¿no? No. Porque ese punto es cualquier punto. Todo lo que existe vivió el Big Bang. No hay un centro desde el que se expandió porque, entre otras cosas, no existía el espacio. El principio cosmológico explica que el universo es isótropo y homogéneo. Es decir, es igual mires por donde lo mires. Este principio, de hecho, está avalado por las observaciones. De hecho, la expansión no se realiza desde un punto hacia el exterior. Es una expansión de un espacio infinito hacia... ¿hacia dónde? Hacia ningún sitio, porque no existe nada más allá. La explicación puede llevar algo más de tiempo pero, resumiéndola mucho, imaginemos que el universo existe sobre la superficie de un globo homogéneo. Según se hincha, el universo se expande. ¿Y dónde está el centro? No, en el interior del globo no, porque no existe. Solo existe la superficie del globo. Y si situamos un centro en dicha superficie podríamos trazar otro número infinito de centros.

No podemos ver más allá de los 93.000 millones de años luz

Hubble
Posición de la galaxia más lejana detectada hasta la fecha por el telescopio Hubble. Crédito: NASA, ESA y P. Oesch (Yale University).

La verdad, decir 93.000 millones de años luz es decir mucho. Estamos hablando de unidades tan grandes que se pierden en la imaginación. Pero, ¿cómo lo sabemos? El universo observable es aquél que podemos detectar. Sabemos con bastante seguridad que dicho universo es sólo parte del universo total. Pero recapacitemos, si el universo sólo tiene unos 13.800 años luz, ¿cómo podemos "ver" aquello que está más allá? Al fin y al cabo, la velocidad de la luz es la máxima a la que puede viajar la información, ¿no? La respuesta está, de nuevo, en la expansión. Aunque el tamaño aparente del universo es de 13.700 millones de años luz, este tamaño es relativo, proveniente de un pasado más denso. La distancia comóvil del universo, es decir, teniendo en cuenta su expansión, sitúa el extremo observable a unos 46.500 millones de años luz desde nuestro planeta. Por lo que de punta a punta tendría casi 93.000 millones de años luz. ¿Y qué hay más allá? No lo sabemos. Ni podemos saberlo, claro. Sencillamente, es imposible llegar más allá. Pero entendemos que hay más universo infinito. ¿Y más allá aún? Literalmente, en el sentido más conciso y concreto de la palabra que pueda existir, no hay nada.

Creemos que existen 100 estrellas por cada grano de arena

edad de las estrellas
Galaxias sobre el fondo cósmico. Fuente: NASA.

Aunque normalmente nos hacemos una buena idea de lo grande que es el universo, lo cierto es que es, probablemente, mucho más grande de lo que cabe imaginar. Se calcula que hay cientos de miles de millones de galaxias como la Vía Láctea. Esto supone trillones de soles. Y no podemos imaginar cuántos cuerpos terrestres o planetarios. Es algo excesivamente grande. Como decíamos, se estima que hay 100 estrellas por cada grano de arena alrededor de las que orbitan planetas como la Tierra. El problema, por supuesto, son las distancias. La estrella más cercana a la nuestra es Próxima Centauri y está a cuatro años luz, lo que haría que tardáramos cientos de miles de años en llegar a ella con la tecnología actual.

El universo es infinito y se expande

big bang

Otro concepto que puede que no es nada fácil de asimilar es el hecho de que el universo es infinito (o finito sin borde). Y se expande. La expansión, como hemos comentado, comenzó con el Big Bang. Desde entonces, el universo sigue expandiéndose. Pero, ¿puede expandirse algo infinito? Claro que sí, infinito por dos es infinito. Infinito por infinito sigue siendo infinito. Así que, técnicamente, te muevas donde te muevas, siempre hay más universo. Por otro lado, existe la inquietante idea de finito sin borde, que describe la topología cósmica (disciplina que estudia la estructura del universo). Como ocurre con la superficie de la Tierra, el universo finito sin borde no sería infinito, pero llegados a un punto, daríamos la vuelta al universo, apareciendo por el otro lado, como si de un juego se tratase. En concreto, la topología del universo correspondería a una esfera o un toroide (un donut).

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