Gigantes

Enormes, inquietantes y amenazadores. Así ha visto la leyenda a los gigantes, esos seres de monstruosa fuerza y tamaño. Y, como en cada leyenda, los gigantes también tienen su parte real. ¿Existieron los gigantes en la realidad? Sí, han estado y están entre nosotros. Por supuesto, todos pertenecen a nuestra especie. Y algunos batieron auténticos retos. Otros, sin embargo, son productos de la imaginación. De Internet surgen algunas criaturas humanas que poco tienen que ver con la realidad. Aquí os hablamos un poco más sobre los casos reales y la fantasía que pulula por Internet.

El gigante japonés y otros seres fantásticos

Admitamos que a veces es fácil caer en las garras de Internet. Como un espacio donde casi todo vale, la información surge rápida, cruda y brutal. A veces nos da de lleno en la cara y no sabemos qué hacer. Vale, lo admito, cuando vi por primera vez el gif lo primero que pensé fue: ¿qué condición médica padecerá esa persona?. Ha sido un poco complejo encontrar la fuente, pero al final he dado con ella. Y es que es el trailer de una película llamada Big Man Japan, una obra de Hitoshi Matsumoto estrenada hace diez años. Pero eso no es lo interesante. Lo divertido es la cantidad de rumores aparecidos en torno a estas imágenes. Desde su origen extraterrestre, una naturaleza oscura y oculta procedente de "los hijos de Dios" (o nephilim), hasta un arma secreta del Japón feudal, las hipótesis fantásticas no tienen desperdicio. Pero no, a pesar de las múltiples afirmaciones de que es una evidencia innegable, en realidad se trata de un montaje hecho con imágenes reales y un actor que representa a uno de los antepasados de Daisato, el protagonista.

YouTube video

Básicamente, la película es un falso documental que cuenta la historia de un hombre capaz de crecer hasta los treinta metros mediante descargas eléctricas. Es una especie de tragicomedia muy del gusto japonés. Pero volviendo a los gigantes, como comprenderéis, no es ninguna evidencia de su existencia. De hecho, este tráiler ha sido utilizado para promocionar a otros supuestos gigantes reales-fantásticos. Por ejemplo, los supuestos restos de una raza de gigantes que habitó la América del Norte y Latinoamérica cientos de años atrás. Otros similares son los que hablan del descubrimiento "ocultado por las autoridades", de gigantes durmientes conocidos como "los monarcas" y otras disparatadas historias. En casi todos estos rumores coinciden extraordinarios cuentos sobre el origen extraterrestre de una raza de gigantes que dominaron la Tierra alguna vez. Las más realistas optan, sin embargo, por una versión mucho más tranquila en la cual los huesos gigantescos (de hasta veinte metros) pertenecieron a una especie de raza homínida ya extinta. En definitiva, hay historias para todos los gustos.

Gigantes, pero de verdad

Y, sin embargo, no hace falta que nos vayamos tan lejos ni en el espacio ni en el tiempo. A día de hoy existen varios y numerosos (si tenemos en cuenta las razones) gigantes. Algunos de ellos, de hecho, bien famosos. Entre ellos están el jugador Gheorghe Muresan, o los actores Peter Mayehe (que interpretó al Chewbacca original o al primer y segundo Predator, Kevin Peter Hall. Y son sólo unos de los pocos escogidos por su gran estatura. El caso documentado de gigantismo más acusado es el de Robert Pershing Wadlow, que fue el hombre más alto de la historia del cual existen pruebas irrefutables. Fue conocido también como Alton Giant ("El gigante de Alton") y alcanzó una altura de 2,72 metros. Otros casos importantes se remontan a la España de hace casi dos siglos, con Fermín Arrudi, el gigante aragonés, por ejemplo. En estos casos, normalmente, la razón de su gigantismo suele ser una enfermedad homónima desencadenada por un exceso de hormona del crecimiento, la somatotropina o GH.

Robert Pershing Wadlow

Esta puede actuar en la niñez, o bien hacerlo después, causando acromegalia. Esta enfermedad rara puede cursar varios estadios, pudiendo ser verdaderamente grave. En muchas de las ocasiones, estos gigantes no alcanzan el máximo de la esperanza de vida normal debido a problemas físicos o fisiológicos, ya que la GH participa en muchos de los componentes metabólicos del cuerpo. ¿Y son estos gigantes más fuertes que alguien normal? En principio no tiene por qué. Sin embargo, un cuerpo mayor permite la agregación de más fibras musculares. Cuanto más músculo, mayor es la fuerza que se puede ejercer. Sin embargo, asociado a este problema también esta la deformación ósea que impide con el tiempo un movimiento cómodo. Aunque esto no se da siempre, por supuesto. Pero, más allá de los conocidos casos de gigantismo, no tenemos noticia de ningún otro ser que haya alcanzado mayor estatura que la de los seres humanos. No hace falta buscar gigantes donde no los hay, ni nunca los hubo. Porque los gigantes siempre hemos sido nosotros, con todas sus consecuencias.

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