A lo largo de su historia, Android ha vivido dos grandes momentos que han consolidado muchos aspectos y en definitiva lo han afianzado hasta conocer la madurez: la llegada de Ice Cream Sandwich y la llegada de Lollipop. Pese a ello, ninguna de estas dos grandes versiones, ni la actual, Nougat, han conseguido solucionar los problemas más grandes de la plataforma: lentitud o falta de actualizaciones y la consecuente fragmentación. Sin embargo, parece que Google quiere tomar cartas de una vez por todas y lanzará "Project Treble".

Antes de desarrollar la idea de Treble hay que precisar que la compañía de Mountain View ha recurrido a los "project" para solucionar grandes problemas, como fue el de la fluidez, con Butter, el del consumo de recursos, con Svelte, y el de optimización de batería, como fue Volta. Para agilizar el asunto de las actualizaciones, y sobre todo hacer más fácil la tarea a los fabricantes, mediante Project Treble Google separará el framework de Android del código que implementan los fabricantes de chips, algo que la compañía cataloga como "el mayor cambio a bajo nivel en la arquitectura del sistema".

Dentro de los dos grandes pasos para que un terminal libre reciba una actualización, el primero es un proceso por parte de los fabricantes de chips (Samsung o Qualcomm) de adaptación del nuevo sistema a su hardware específico mediante la actualización de los controladores, que luego entregan a los fabricantes para que modifiquen el sistema, lo dejen a su gusto mediante apps y capas de personalización y finalmente lo optimicen. Aunque ambos pasos son problemáticos, el primero es muchas veces responsable de que no llegue el segundo. Tal ha sido el caso de Mediatek o Qualcomm dejando de soportar chips con algunos años, como ha pasado con los Snapdragon 800 y 801 en Nougat.

Con Project Treble, gracias a la mencionada separación y a un acuerdo de Google con los fabricantes de chips, la cosa será tan fácil como que estos garanticen compatibilidad hacia adelante del hardware que lancen mediante la integración de la interface del fabricante como intermediario (entre framework de Android y controladores) y la validación de las normas del Vendor Test Suite (VTS). Con el cumplimiento de este paso, los fabricantes de smartphones pueden por fin lanzar la actualización sin depender de nadie más tal y como llega el nuevo sistema a sus manos.

El problema de esto es que, Android tal y como llega a las manos de los fabricantes suele requerir de muchos cambios, pues estos consideran que para diferenciarse necesitan capas de personalización que distan mucho del Android base que se encuentra en el Android Open Source Project, la parte libre. Aquellos fabricantes que utilicen Android puro podrán actualizar muy rápidamente, pero aquellos que trabajen una capa de personalización a fondo se encontrarán con prácticamente el mismo problema respecto a tiempo que ahora.

En este sentido, como dice Ron Amadeo, editor en Ars Technica, lo que el sistema necesita después de Project Treble es un motor de temas que haga que los fabricantes puedan seguir modificando el sistema con libertad pero ajustándose a un marco que haga mucho más fácil la actualización. Tras esto, actualizar sería sólo un problema de voluntad.

Según Google se conocerán más detalles de Project Treble a nivel de documentación una vez se lance la versión definitiva de Android O a finales de verano, aunque quizá haya menciones durante el Google I/O.

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