Star Wars

Recordar Star Wars es pensar en enormes naves flotando en el espacio, increíbles peleas con sables láser, exóticos personajes y escenas clásicas como cuando Anakin y Obi-Wan pelean o cuando Darth Vader confiesa que es el padre de Luke.

Dentro del universo de Star Wars, hay otra escena que es especialmente importante: aquella que tiene lugar en un bar en Tatooine.

Esta escena se trata de una de las secuencias más coloridas de toda la saga que nos permite captar el folclor que existe en una galaxia muy muy lejana: cuando Luke y Obi-Wan entran a Cantina de Mos Eisley en busca de un piloto que los lleve a Alderaan.

Esta escena ha sido vital para Star Wars, tanto en su relevancia en la cultura pop como para la existencia de las precuelas y secuelas de este universo.

Antes que nada, el bar

Arte de Ralph McQuarrie para Episodio IV.

Las primeras ideas que George Lucas tuvo respecto a Star Wars estaban basadas en peleas épicas con sables láser y bares extraterrestres más que en el drama de la lucha de los jedi por la libertad de la galaxia. En otras palabras, el bar existió antes que el argumento de la saga.

El primer borrador que Lucas envió a los estudios en 1973 incluía una confrontación en una cantina descrita como una “guarida pequeña y sucia” llena de “exóticos y raros aliens riendo y bebiendo”. Desde entonces, cada nueva actualización del guion incluía el bar.

Una vez que el proyecto estuvo aprobado, filmar dicha escena fue una odisea: George Lucas la filmó dos veces, una en Londres y la otra en Los Ángeles.

De acuerdo con Yahoo Movies, la primera vez que se grabó, el encargado de maquillaje no había estado a la altura que Lucas deseaba para la escena del bar y lo volvió a hacer todo meses después con un presupuesto mucho más limitado.

Éxito musical

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Domenico Monrad fue uno de los muchos chicos que quedaron impresionados por Star Wars desde aquel 25 de mayo de 1977. En dos días vio la cinta cuatro veces y en cada ocasión se fascinaba más por la música de la película.

Entonces, decidió mezclar la canción que toca la banda de la cantina (Mad About Me) con el tema principal de la película y algunos sonidos de R2-D2.

El sonido funk que resultó de esta mezcla se hizo tan popular que alcanzó las listas Billboard de ese año y ganó un disco de platino en los Estados Unidos y uno de oro en Reino Unido.

La creación de Meco, el nombre artístico de Domenico, contribuyó a aumentar la popularidad de la cinta y que los estudios se interesaran en crear secuelas de la historia de Luke Skywalker.

Huella en la cultura pop

Star Wars: A New Hope llevó los efectos especiales un paso más allá y desde entonces nada ha vuelto a ser igual. Así ocurrió también con el maquillaje para el cine de ficción.

Para la escena del bar se necesitaron 42 extras con maquillajes que representaran especies de toda la galaxia, el presupuesto que tenían para rodar la escena era de 20.000 dólares (Lucas había solicitado a los estudios 100.000) y el tiempo se acababa rápidamente.

La tarea había sido encomendada a Rick Baker, quien, a su vez, llamó a unos cuantos conocidos de la industria para que le ayudaran con la titánica tarea de crear la ambicionada escena de George Lucas.

Esos conocidos se llamaban Laine Liska, Phil Tippett, Jon Berg, Doug Beswick, quienes después trabajaron como creadores o coordinadores del maquillaje y efectos de productos culturales como el vídeo de Thriller de Michael Jackson, Jurassic Park, Ghostbusters, Gremlins, The Terminator, Alien, entre otros.

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