Sudaba balas en la tarde tropical mientras esperaba al compañero de Hipertextual que venía de visita al país para visitar a su novia, era la perfecta ocasión para vernos y discutir en persona los gajes del oficio.
La palabra feminista ha adquirido un montón de significados a través de los años sin considerar por una vez el significado original de igualdad, y aunque mi experiencia en el campo se halle reducida a aparecer al borde de fotografías en eventos de este tipo con una cara notablemente incómoda, creo que he vivido lo suficiente para conocer el movimiento en primera plana. Soy un hombre por cierto.
Reuniéndonos finalmente para mostrarle mi club de cine, la película terminaba y era momento de establecer las primeras relaciones de trabajo —sólo estaba emocionado por conocer a un escritor extranjero—. El plan consistía en traspasar las fronteras del lenguaje cinematográfico, terminamos asistiendo a una concentración feminista.
Siendo hijo de una luchadora por los derechos humanos de la mujer, la máxima diferencia que comprendía en la niñez entre los hombres y las mujeres residía en una única regla: no podía usar sus vestidos —proveniente de una vergonzosa situación anterior—. Y una serie fotográfica de la mano de Chris Crisman quiere demostrar que básicamente, estas diferencias pueden ser tan pequeñas que en ocasiones cuesta notar la diferencia.
Por la insistencia de mi madre la cual manejaba nuestro único medio de transporte, aparecimos en más fotografías incómodas reclamando una lamentable tragedia ecuatoriana en vísperas del día internacional de la mujer.
En Mujeres trabajan, podemos ver a mujeres de todo tipo asumiendo los roles del trabajo "masculino" que por tanto tiempo ha sido un tema tabú en la sociedad —¿¡Damas en la oficina!?—. Demostrando que la mujer vale lo mismo que el hombre, estamos listos para presenciar el fin de los absurdos y ridículos "trabajos sólo para hombres".
Al final el cine llegó a nuestra conversación para iluminarnos, pero no sin antes mostrarle el mundo de pancartas y caras incómodas que habitan en las fotografías de marchas feministas en Venezuela.
Mindy Gabriel, bombera
Sadie Samuel, pescadora de langosta
Leeann Johnson, chófer de camión en las minas de oro
Una mujer haciendo un trabajo "masculino" y posiblemente medieval
Leeann Johnson, promotora inmobiliaria
Christina Burris, gerente de operaciones
Mira Nakashima, diseñadora y carpintera
Heather Marold Thomason, carnicera
Judy Bowman, operadora de procesos en las minas de oro
Beth Beverly, taxidermista
Jordan Ainsworth, operadora de molino en las minas de oro
Kris Alvarez, geóloga senior
Nancy Poli, granjera porcina
Carol Warn, operadora de lixiviación
