ARM, la compañía encargada de diseñar la arquitectura que lleva su nombre y que es la más extendida en el mundo móvil ante el fracaso de Intel con x86, acaba de presentar las nuevas iteraciones para sus populares diseños Cortex-A73 y A53, que actualmente copan el mercado desde la gama alta hasta, en el caso del segundo, la gama baja. Sus sucesores serán A75 y A55, y tal y como ocurre actualmente, van enfocados a rendimiento y a eficiencia respectivamente.

A73, tras ciertos problemas de sobrecalentamiento y consumo de A72, fue enfocado a mejorar eficiencia energética. Con A75, ARM vuelve a cambiar el rumbo hacia el rendimiento, manteniendo la eficiencia presente en su predecesor. En rendimiento mononúcleo, ARM promete una mejora del 22% sobre A73, que en pruebas de benchmark significa un 34% más en Geekbench. La eficiencia se mantiene, por lo que de usar frecuencias más altas, el consumo será mayor. Lo interesante de A75 es cómo ARM también lo está enfocando a dispositivos más grandes, como ordenadores con Windows 10 sobre ARM o Chromebooks, gracias a que A75 puede llegar a los 2 vatios, lo que le aporta un 30% de rendimiento sobre A73.

A55, el diseño de núcleos pensado para tareas que requieran bajo rendimiento y por tanto bajo consumo, es una renovación muy esperada de A53, pues no se ha renovado durante dos generaciones, hecho que pese a su eficiencia, ha limitado a los terminales de gama media y baja. Según ARM hay una ventaja en mononúcleo de un 18%, lo que le aporta una mejora en Geekbench del 20%. Consume un 15% menos que A53, lo que sin duda llevará a obtener autonomías incluso mejores que las que ya tienen terminales basados en esos núcleos, pero tras dos años, se esperaba más.

Otra de las grandes novedades es DynamIQ, una renovación de la tecnología big.LITTLE presentada hace 5 años, y que ha estado en el mercado desde que Samsung la empleara en su Samsung Exynos 5 Octa, y que ha permitido emplear núcleos de alto y bajo rendimiento a la vez hasta nuestros días. DynamIQ permite ahora, como gran novedad, emplear 8 núcleos por cada clúster, frente a los 4 máximos de big.LITTLE, de ahí que sólo hayamos visto terminales de 8 núcleos (sin contar los experimentos raros de Mediatek con clústeres de 2+4+4). Como mayor novedad incluso, los clústeres podrán albergar núcleos grandes y pequeños a la vez, por lo que la necesidad de tener dos puede reducirse para ahorrar en consumo, incluso en gama alta.

Por último, llega una nueva arquitectura de chips gráficos, Mali-G72. Además del 4K, que lleva siendo el gran protagonista, se suman como gran tendencia la realidad virtual y el aprendizaje automático, ambas disciplinas en las que la potencia de cálculo es fundamental. Mali-G72 permite subir la cifra máxima de núcleos desde 20 de G71 hasta 32, ofreciendo un 25% de ahorro energético.

Con todas estas novedades, ARM espera mejorar 50 veces su rendimiento en inteligencia artificial en los próximos 5 años. Con las mejoras actuales de DynamIQ, que traen acceso a memoria mucho más rápido y la posibilidad de hacer cálculos de aprendizaje automático hasta un 17% más rápido que la anterior generación, otra de las claves es que ARM no sólo potenciará la inteligencia artificial, sino que también se beneficiará de ella para mejorar el manejo de datos y el rendimiento general del sistema. Qualcomm también está trabajando en este sentido, y parece que en el futuro, como parece que Apple propondrá, hablaríamos incluso de chips dedicados a esta parte del procesamiento.

Se espera que los chips se comercialicen en el último trimestre de 2017 y que comiencen a llegar al mercado integrados en smartphones a principios de 2018, como ocurre cada nuevo años entre el MWC y el verano.

Recibe cada mañana nuestra newsletter. Una guía para entender lo que importa en relación con la tecnología, la ciencia y la cultura digital.

Procesando...
¡Listo! Ya estás suscrito

También en Hipertextual: