Cuando Justine, una chica vegetariana y bastante inocente, come carne por primera vez al iniciar sus estudios la facultad de veterinaria su vida cambia para siempre.

A la par que descubre un insaciable gusto por la carne cruda, Justine conoce el mundo fuera de casa de sus padres - un par de estrictos veterinarios vegetarianos- y comienza a forjar su propio camino gracias a los brutales ritos de iniciación impuestos por los estudiantes universitarios más avanzados.

Esta es la premisa de Raw, la ópera prima de Julia Ducournau, quien de manera inteligente logra integrar la aventura del autodescubrimiento al cine de terror. Una mezcla que ha conseguido la atención del público y de la prensa desde que el filme hizo su debut en los cines comerciales esta primavera.

Vómitos y desmayos entre el público

Desde el año pasado Raw arrasó en los festivales de cine ganando el premio de la Federación Internacional de la Prensa Cinematográfica en Cannes, y formando parte de la selección de los festivales de Sitges, Sundance y el Fantastic Fest.

Pero fue durante el Festival de Cine de Toronto cuando la película alcanzó la fama mundial después de que supuestamente las escenas de violencia explícita de la cinta causaran vómitos y desmayos entre los asistentes.

A partir de ese rumor, promovido principalmente por el agente de relaciones públicas de Raw, la cinta fue recibida con grandes expectativas entre los amantes del cine de terror del resto del mundo, alcanzando su punto más álgido en la primavera del 2017 cuando llegó a los cines comerciales.

Sin embargo, la directora confesó estar harta de contestar preguntas respecto a los desmayos en Toronto y dijo en diversas entrevistas que esta anécdota era un distractor de la verdadera intención del filme.

Raw es un filme feminista

Ante todo, Julia Ducournau ha dejado claro en las charlas con la prensa que el tema del cuerpo humano es central para la historia. No solo se trata de la obsesión y principal deseo de la protagonista, una caníbal, sino que la forma en la que se retrata el cuerpo femenino en el filme es la declaración política de la directora.

“No quería glamourizar nada, especialmente con los cuerpos de las chicas”, dijo la directora para The Guardian, “en cada película que vemos las mujeres tienen que ser hermosas y atléticas o entrar en cierto canon, pero no; las mujeres se tiran pedos, hacen caca, orinan, eructan”.

En el filme, Docournau va un paso más allá de retratar cuerpos de chicas comunes haciendo cosas ordinarias, sino que también explora los claroscuros de las relaciones fraternales y las imposiciones de género.

Cuando Ducournau nos presenta a la hermana de Justine, Alexia "la oveja negra de la familia", comienzan los problemas. No es casualidad que el canibalismo en la película se desencadene a raíz de un accidente con unas tijeras mientras las hermanas discuten sobre la obligatoriedad de la depilación en el área del bikini.

Un cortometraje de 2011 vaticinó Raw

Aunque se trata de la ópera prima de Ducournau, la semilla de Raw se encuentra en un cortometraje llamado Junior, donde la directora trató por primera vez en pantalla la rivalidad entre hermanas y las metamorfosis de la adolescencia.

Además de repetir motivos, se trató de la primer "bocado" que Docournau probó de los premios de Cannes. Junior , también protagonizado por la fantástica actriz Garance Malliner, ganó el Petit Rail d'Or durante la Semana de la Crítica en Cannes en 2011.

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