La carga inalámbrica en la telefonía móvil ha sufrido vaivenes en los últimos años. Ha pasado de parecernos el futuro evidente a ir llegando a cuentagotas sin que nadie le hiciera mucho caso para acabar en el estado actual: incorporación de serie por parte de muchos fabricantes, con Samsung a la cabeza, pero escaso interés del comsumidor... todavía. Posiblemente, porque nos hemos dado cuenta de que no poder usar el móvil mientras lo cargamos así, al contrario de lo que ocurre con el cable, no apetece demasiado. Y gastar cincuenta o sesenta euros para tener una peana sobre la que apoyar el móvil mientras dormimos tampoco parece una inversión que merezca tanto la pena.
La carga inalámbrica que conocemos es un estado intermedio, pero no el final, o al menos el final al que deberíamos aspirar: una carga realmente inalámbrica que tampoco requiera del contacto físico del terminal con una base o una peana. Futurista, pero ya hemos empezado a ver prototipos en desarrollo que si bien no invitan a pensar que tendrán su llegada comercial este año, sí permiten ubicar su aterrizaje en dos, quizás tres años.
Wireless charging of a phone thru the air. Woh. 👏 1st public demo ever @ubeam #UpfrontSummit pic.twitter.com/I6GZx7KDri
— Spencer Rascoff (@spencerrascoff) February 3, 2017
De Apple sabemos que hasta la fecha no ha mostrado el más mínimo interés por la carga inalámbrica, o al menos esa carga inalámbrica que conocemos a fecha de hoy y acabamos de mencionar. Pero también sabemos que sí tiene algo de interés en esa carga realmente inalámbrica y futurista, o al menos es lo que ha patentado como solución para la recarga en el hogar. Los protagonistas, los routers. Justo cuando Apple hace unos meses descatalogó el remanente de los AirPort que aún tenía en el escaparate y llevaba años sin actualizar.
El esquema muestra el uso del espectro 802.11ad y la frecuencia de 60 Hz para el envío de señales al receptor, el cual podría recargar el iPhone a distancia. Al menos sobre el papel. Que Apple acabe profundizando en este desarrollo o no, y que llegue con el buen aspecto que presenta aquí, o no, lo sabremos con el paso del tiempo. Al menos sí podemos asumir que la empresa tiene un interés real por ese concepto de carga tan futurista al que poco a poco nos vamos acercando.