Los que ahora son grandes, pero técnicamente pequeños, lo tendrán bastante complicado de aquí a un tiempo. Hace unos días, el gigante estadounidense Amazon anunciaba que estrenaba un nuevo servicio que se sumaba a la actividad de la última milla. Amazon Flex, la novedad de Bezos, se iniciaba en 30 ciudades de Estados Unidos como experimento para lo que habrá de venir en los próximos meses. La fecha de la expansión de la compañía a todas las geografías en las que cuenta con actividad ha empezado la cuenta atrás.

Esto, que para la entidad de Bezos es una buena noticia, no lo es tanto para todas aquellas que se dedican única y exclusivamente a los repartos de última milla. Al igual que Uber en un futuro no tan lejano, el objetivo a lograr es el de prescindir de los conductores de los coches que operan para la compañía en esta u otra ciudad. Una flota mundial de coches autónomos reduce los costes fijos de la compañía y, por supuesto, los problemas asociados a la interacción con los humanos. Bezos no puede prescindir, de momento, de los humanos pero sí que puede ir entrenando el proceso de ir despidiendo a las agencias de reparto. Seur, MRW, Correos..., que muchas veces son el foco de los problemas de la compañía, podrían tener los días contados. Siguiendo el modelo de las compañías delivery del mundo, en el que gente con tiempo libre puede operar como repartidores.

El brazo financiero de Amazon podría aplastar la actividad de sus competidores. ¿Cómo afrontarán esto compañías como Deliveroo o Glovo? El primero de ellos pasa por una mera cuestión de precios; Amazon ha anunciado unas tarifas de pago a sus repartidores que dificilmente podrán superar las pequeñas compañías; por muy grandes que sean. Después de todo, Amazon no requiere de rondas de financiación para incrementar su actividad. Se añade a todo esto el hecho de que, aunque no está del todo claro cuánto cobran los repartidores de la competencia, las críticas se han sucedido una tras otra por las supuestas malas condiciones de los repartidores. Amazon ha propuesto 18/25 dólares la hora, barriendo precios al alza.

La cuota de mercado de Amazon vendría a tener también un fiel reflejo del poder la compañía. Parte del éxito de muchas empresas delivery viene por los acuerdos que las compañías cierran con los comercios y la estadounidense tiene gran parte del trabajo hecho. No se ha comunicado qué precios medios de reparto manejarán, pero lo más seguro es que sean menores por cada reparto y con más opciones de peticiones. Sumado a todos los fieles seguidores que ya tienen cuentas en la compañía y pueden amortizarla con un bajo esfuerzo. El usuario, por norma general es vago y esto le viene perfecto.

Los únicos que podrían hacerle frente a Amazon, un poco al menos, sería Just Eat. Controlando casi el 90% de la cuota de mercado del reparto de comida y con un brazo financiero potente que se expande por toda Europa su supervivencia podría estar asegurada. Quizá Deliveroo con la potencia de su sede británica detrás y Uber Eats por su vinculación al la tecnológica Uber. El resto, lo más seguro es que pase por apuros tanto de usuarios, proveedores, repartidores y precios porque el gigante delivery ha llegado para barrerlos a todos.

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