Hace casi un año, en mayo de 2016, Huawei presentó una demanda contra Samsung en China y Estados Unidos por violación de patentes en sus smartphones, así como por el uso de redes 4G sin licencia. Tras haberse cerrado un largo, larguísimo episodio judicial entre la surcoreana y Apple que se remontaba a tiempos de Steve Jobs, el nuevo problema para Samsung vino de China.
La primera sentencia ya ha sido emitida, y es desfavorable para Samsung, que ahora queda obligada a pagar 80 millones de yuanes a Huawei, algo más de 11,6 millones de dólares al cambio. El motivo, la violación de patentes en una veintena de teléfonos y tablets actualmente en el mercado, incluyendo los Galaxy S7 y S7 Edge o el Galaxy J5.
Se estima que el impacto potencial en ventas podría haber llegado a 31 millones de terminales vendidos entre los veranos de 2014 y 2016, según la petición inicial de Huawei, que además apunta a casi 13.000 millones de dólares facturados gracias a este grueso de ventas. Posibles apelaciones al margen, esto no termina aquí: todavía hay partes de la demanda por resolver, aunque primero habrá que ver si Samsung recurre la sentencia.