En el Mobile World Congress del año pasado, Sony desveló un teléfono de gama media bajo el nombre de Xperia XA. 365 días más tarde, en el mismo stand de la Fira Barcelona, la compañía mostró por primera vez su sucesor, el Sony Xperia XA1.
El nuevo teléfono mantiene los reducidos marcos laterales de su predecesor, que mejoran el agarre del dispositivo y la facilidad de uso con una mano. Asimismo, muestra unas líneas de diseño uniformes con el resto de la gama Xperia XZ y Xperia X, consolidando así una propuesta homogénea.
En el interior del teléfono, Sony ha incluido un procesador de ocho núcleos fabricado por MediaTek y capaz de alcanzar los 2.3 GHz de velocidad de reloj. A este le acompañan 3 GB de memoria RAM y 32 GB de almacenamiento interno, los cuales pueden ser expandidos mediante el slot para tarjetas microSD.
La batería de este teléfono queda en 2.300 mAh, y cuenta con diversos modos de ahorro de energía y control de degradación de la batería; los mismos modos que el fabricante incluye en sus teléfonos de gama alta (como el Xperia XZ y Xperia XZ Premium).
La cámara del teléfono recibe una mejora notable gracias a la inclusión de un sensor de mayor tamaño (1/2.3 pulgadas) y 23 megapixeles de resolución. Lo mismo ocurre con la cámara secundaria, cuya resolución asciende hasta los ocho megapixeles para ofrecer mejores selfies que antes.
La pantalla se mantiene en las cinco pulgadas y conserva la resolución HD, así como la conectividad 4G LTE, Bluetooth 4.2, chip NFC y Wi-Fi a/b/g/n.
Junto al XA1, Sony desveló el Xperia XA1 Ultra, una variante de mayor tamaño. Cuenta con un panel de seis pulgadas y resolución Full HD, un procesador MediaTek P20, una batería de 2.700 mAh, 4 GB de RAM y una cámara secundaria con un sensor de 16 megapixeles, 1/2,6 pulgadas de tamaño y estabilización óptica de imagen. El resto de características técnicas se mantienen constantes respecto a su hermano pequeño, el Xperia XA1.
