¿Cómo mejorar la eficiencia de un coche? Entre todas las formas que tiene un fabricante de conseguirlo se encuentra el rendimiento aerodinámico, una especialidad de la que no muchos pueden formar parte porque exige un gran conocimiento de la física, pero también de equipamiento porque se necesitan instalaciones muy avanzadas para poder diseñar una buena aerodinámica. Y en este campo, Ford se está convirtiendo en un gran especialista con túneles del viento portátiles y con grandes instalaciones para poder probar todos los coches simulando todo tipo de circunstancias.

La última instalación del fabricante para poder mejorar la aerodinámica de sus coches se situará en Allen Park, Michigan, un emplazamiento que se posiciona como core para la compañía ya que ahí centra también sus esfuerzos en materia de conducción autónoma.

En materia de rendimiento, este túnel del viento podrá generar vientos con velocidades de hasta 321 kilómetros por hora. Una cifra que no alcanzará ninguno de sus coches comerciales, pero hay que pensar que en estas instalaciones hay que poner a punto no solo un Ford Focus, sino el Ford GT, las versiones más radicales de sus modelos y los coches de competición de la marca.

No solo se genera viento sino condiciones climatológicas que simulan las peores situaciones registradas en el Ártico o en el desierto del Sahara. Además, se podrán probar coches inusualmente grandes como las camionetas de Ford, que también, pese a sus formas, deben ser lo más aerodinámicas posibles. Ahora el tamaño no es una excusa para tener un vehículo aerodinámico.

Arañar unas décimas al consumo mejorando la aerodinámica se convierte en una carrera solo para los más grandes.

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