Durante años, los smartwatches han estado muy lejos de las soluciones dedicadas a deporte de fabricantes de dispositivos GPS, pues carecían de estos chips y si lo tenían el consumo era tan disparatado que no compensaba activarlo. Sin embargo, a día de hoy la sencillez y facilidad que ofrece un smartwatch en combinación con un smartphone es insuperable por el software dedicado. Por este y más detalles, veremos que el Samsung Gear S3 en sus dos versiones es ideal para deportistas.

La prioridad número uno de toda persona que practica deporte con dispositivos electrónicos es registrar con la mayor precisión posible su actividad, a la vez que se monitorizan variables como el ritmo cardíaco para conocer a posteriori cómo afecta al cuerpo un aumento de esfuerzo propiciado, por ejemplo, por un ascenso a una cuesta. Tras sincronizar con Gear, la aplicación específica para los smartwatches de Samsung compatible con Androids con más de 1.5 GB de RAM y Android 4.4, puede comprobarse el progreso de las rutas y cómo su avance va a afectando en el rendimiento atendiendo a detalles clásicos como el tiempo necesario para correr 1 kilómetro.

Lo mejor de Gear es que, además de sincronizar con la cuenta de Samsung, también sincroniza automáticamente los progresos con las principales plataformas de registro de actividad deportiva como Fitbit, Strava, Jawbone, Runkeeper o Misfit. Así, utilicemos el dispositivo que utilicemos en el futuro, no habrá pérdida de información en la base de datos de la activad, que ayudará no sólo a ver cómo se va mejorando, sino, por ejemplo, y especialmente en estas fechas, a ver cuánta distancia se ha recorrido en total durante el año.

Samsung Gear S3. Fotografía: Hipertextual.
Samsung Gear S3. Fotografía: Hipertextual.
Samsung Gear S3. Fotografía: Hipertextual.
Samsung Gear S3. Fotografía: Hipertextual.

Los nuevos Gear de Samsung son el triunfo de la invisibilidad en la monitorización del deporte. Tras conseguir fiabilidad en el registro, la comodidad es la segunda prioridad de no sólo deportistas, sino de cualquier tipo de usuario. El Gear S3, tal y como hacía el Gear Fit2, realiza un registro activo en segundo plano de toda la actividad que el portador hace a lo largo del día. Y ahí entra todo, desde registro del sueño a lo que más importa, tiempo en espera, es decir, en posición de reposo sobre sillas, sofás, etc. Cuando se acumule una hora sin movimiento el smartwatch aconseja moverse. De igual manera, la monitorización activa detecta paseos andando o en bicicleta, junto a carreras. Al superar los 10 minutos, animará a seguir con el ritmo y la actividad, lo que sin duda motiva, al igual que ocurre con la felicitación al alcanzar los objetivos diarios.

El tercer gran aspecto del Gear S3 es la autonomía que permite, y no en cuanto a eficiencia energética, que también, sino a lo cómodo que es salir a practicar ejercicio sin llevar el smartphone, gracias a la inclusión en todos los modelos del mencionado GPS, pero también del sensor de ritmo cardíaco y, sobre todo, de la compatibilidad con Spotify, que permite a usuarios de cuentas premium descargar las listas de reproducción en la memoria del dispositivo para luego escucharlas durante el ejercicio con auriculares deportivos Bluetooth como los Gear IconX.

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