La noche del ocho de noviembre del dos mil dieciséis el mundo observaba un fenómeno que pocos esperaban. Contra todo pronóstico, el candidato republicano Donald Trump ganaba. Su campaña pasará a definir el término "show mediático". El actual presidente recibió publicidad gratis de todos los medio conocidos, mientras no dejaba de insultarlos por el mal trabajo que hacían. La naturaleza improvisacional de su campaña sirvió para separarlo del resto hasta que tuvo los votos necesarios.
Si nos guiamos por sus antecedentes tanto biográficos como financieros, podemos inferir que el Gobierno de Trump será uno para el olvido. Sabemos que Obama no fue el presidente perfecto, pero compararlo con el actual líder de Estados Unidos es inútil. Barack estudió toda su vida para poder ser electo, Donald improvisó y ganó.
En el dos mil once, ninguno de los participantes del roast de Donald Trump contemplaba la posibilidad de que algún día fuera presidente. Ahora, los que se burlaron de él en esa ocasión deben estar emigrando con celeridad. Snoop Dogg ha anunciado que se muda a Canadá, y como están las cosas, parece lo más sensato.
En fin, dejando todas las controversias atrás, llegó la hora de maravillarnos con el sorprendente evento que consolidó a Trump en el poder. Su investidura fue un complejo fenómeno logístico, pero más interesante es el trabajo los equipos fotográficos encargados de cubrir la ceremonia. Las fotografías resultantes son increíbles, muy difíciles de igualar en calidad, creatividad y oportunidad.
A continuación hemos recopilado las mejores. La historia nunca había sido documentada de forma tan excelente, y tenemos suerte de vivir en una época en que esta sea la regla. No solo cubren la llegada de Trump, sino la emotiva despedida de Obama que apuesto que la mayoría lamenta.