En una época en que la esperanza de vida era de veinte años (si tenías suerte), la guerra era un fenómeno masivo de gran influencia en la sociedad en general. Los castillos eran construidos con el propósito específico de poder defenderse contra un ejército enemigo. La competencia de un mandatario se media a la hora de librar un conflicto bélico. Muchos caballeros se convirtieron en leyendas y los bardos cantaron sus hazañas durante siglos.
Es un hecho que en tiempos de crisis la humanidad se convierte en una fuerza creativa imparable. Debido a esto, las guerras medievales eran constituidas por una serie de tácticas tan complejas como bizarras. Debió haber sido horrible vivir un periodo histórico tan accidentado, pero como objeto de estudio es interesante al extremo.
5. Cuando los ejércitos contaban con elefantes en sus filas, los enemigos trataban de asustarlos de todas las maneras posibles, incluyendo dirigir otras criaturas encendidas en fuego contra ellos
Tamerlán, el caudillo medieval Mongol, derrotó al ejército Indio, el cual contaba con cincuenta elefantes en la vanguardia, utilizando camellos en sus propias tropas. ¿Cómo unos camellos podrían vencer a unos poderosos elefantes? Se estarán preguntando, pues el líder militar tuvo la brillante idea de prenderles fuego a los animales mientras estos corrían hacia el enemigo. Los elefantes huyeron despavoridos, pisoteando a varios soldados de su bando en el proceso.
El despiadado Tamerlán no fue el inventor de esta técnica. Los romanos solían usar cerdos en vez de camellos en el campo de batalla. Estos animales gemían con fuerza, asustando a los gigantes elefantes. Sin embargo, algunos generales pensaron que el efecto se multiplicaría si los cerdos estuvieran prendidos en fuego, así que eso hicieron.
4. Un simple invento cambió la historia de las guerras medievales (y de la sociedad en general) para siempre
Antes de la invención del estribo no existía caballería en las guerras. Los jinetes no contaban con soporte suficiente para poder atacar al enemigo sin caerse. Este ingenioso aparato proporcionaba la estabilidad adecuada para el nacimiento de una potencia bélica como ninguna otra hasta la fecha, los caballeros. Individuos increíblemente fuertes, cabalgando a altas velocidades, dotados con armas magníficas, utilizando las leyes de la física a su favor para aniquilar a cualquier infantería. Está de más decir que los caballeros se convirtieron en parte esencial de cualquier ejército por varios siglos.
Al estribo también se le atribuye el éxito del sistema feudal. Gracias a él, los caballeros influyeron de gran manera en la sociedad; se convirtieron en ciudadanos privilegiados, con acceso a beneficios que los demás no podrían obtener jamás. La civilización avanzó de manera considerable luego de aprender a utilizar a los magníficos animales que representan los caballos.
Asia no fue la excepción de esta revolución. Todo el prestigio que rodea a los guerreros samurái se debe al estribo. Estos luchadores eran famosos porque eran expertos a la hora de utilizar arco y flecha mientras cabalgaban. Su importancia bélica era enorme, por lo que los caudillos los consideraban bastante valiosos.
3. Ser un caballero era una labor que conllevaba mucho prestigio y, sorpresivamente, muy poco trabajo
Cuando un hombre era nombrado caballero en Inglaterra, recibía tierras, vivienda y sirvientes, además del enorme estatus social que le brindaba su título. ¿Qué pedían sus señores a cambio? Apenas cuarenta días de trabajo al año.
Estos individuos representaban la fuerza bélica esencial de la época, por lo que eran tratados como seres superiores. Eso o los señores ingleses eran simplemente demasiado generosos.
2. El heroísmo y la valentía no influían tanto, la verdad es que solo los ricos podían convertirse en caballeros
El precio del entrenamiento y el equipo necesario para convertirse en caballero es equivalente al costo actual de comprarse una computadora gamer de verdad, algo económicamente imposible para la mayoría de individuos que leen este artículo (y para el que lo escribe). Una armadura de calidad era tremendamente cara. No podías solo comprarla en una tienda, tenías que mandarla a hacer desde cero, ya que era esencial que te quedara lo mejor posible para que no fuera una molestia en combate y para que cubriera todas las partes vitales del cuerpo.
Además de todo eso debías comprarte un caballo, una armadura para el animal, un set aceptable de armas, etc. Incluso si le robaras todos estos utensilios a alguien, todavía deberías estar libre de toda preocupación económica para poder dedicarte por completo al arte del combate, cosa imposible para la gran mayoría.
1. Los guerreros medievales que sobrevivían a las brutales guerras sufrían de síndrome post-traumático por el resto de sus vidas
Los guerreros de la época medieval suelen ser presentados en varias series y películas como matones sin conciencia, dispuestos a hacer todo (sin importar lo terrible) para sobrevivir y sin ningún remordimiento. En la realidad, la vida de estos hombres era tan espantosa como se podría esperar.
Considerando que la medicina de hace uno siglos apenas servía para curar con éxito cortes de papel, a los soldados de esas épocas que lograban salir vivos de las batallas les esperaba un largo tormento. Muchos sufrían de un intenso insomnio, las pocas veces que podían dormir eran acosados por pesadillas intensas; algunos incluso gritaban y lloraban con tan solo escuchar el estruendo de un pedazo de metal chocando con otro.
La crudeza de las guerras medievales era extrema. Una muerte por disparo es mucho más rápida que ser pisoteado por un caballo, o ser apuñalado por algún héroe, o recibir un martillazo en la cabeza de un aspirante a gigante. Los guerreros de esa época tenían que lidiar con todo esto, y vaya que era una tortura.