El año pasado fue aparentemente extraño en cuanto a temperaturas. El más caluroso desde que empezamos a registrar estas cosas, y hemos visto suficientes noticias sobre la terrible condición del Ártico como para esperar un evento parecido a esa película de Nicolas Cage donde una niña predice una erupción solar.
Vivo en un país tropical y lo más cercano que he tenido al invierno ha sido en una montaña que muy de vez en cuando nevaba —aunque extrañamente tuve al contrario uno de los años más fríos en mi región—. Pero justo como me sentía allá arriba, existe una villa que desea tener más presagios de una catástrofe que tenga que ver con el sol.
La villa en sí es Oymyakon, Rusia, el lugar que posee el título de la villa más fría del planeta y donde las temperaturas han llegado hasta los -71,2 °C. Aunque su promedio sea de -60 °C seamos honestos, ¿existiría alguna diferencia para ustedes?
Al parecer una persona fue lo suficientemente valiente para explorar con su cámara el lugar, y el hecho de que provenga de Nueva Zelanda puede estar relacionado —por los pies grandes y eso, no recuerdo muy bien a los Hobbits—. Amos Chapple decidió capturar la vida cotidiana del lugar, estando presente la dificultad de que a veces hasta el zoom de su cámara y el enfoque llegaban a congelarse. Demos un vistazo al increíble resultado.