El secreto mejor guardado, el vellocino de oro, el misterio del siglo XXI: las cifras de Uber. Recordemos el hecho de que Uber no es una empresa cotizada y como tal no tiene la obligación por parte del PCGA y el SEC de hacerlas públicas. Aún así, ya tuvimos una aproximación en agosto de este año, cuando Bloomberg accedió a esta información determinando que la californiana tenía una pérdidas de 1,2 millones de dólares durante la primera mitad de 2016. Y ahora, Financial Times ha tenido acceso a su progreso financiero completo a nivel trimestral desde 2014.

Y las cifras no guardan ningún misterio. Los ingresos, desde principios de 2014 han aumentado de forma exponencial subiendo desde los 235 millones de dólares a finales de ese año, hasta los 1,396 millones en el último trimestre de 2015. Y hasta aquí todo bien. Es una empresa tecnológica que ha crecido mucho durante los últimos años y que ha invertido todo lo necesario para expandirse por nuevos mercados y darse a conocer. Aún más de lo que ya lo es. La cuestión importante viene cuando nos asomamos a la parte de los beneficios. O, en este caso, las pérdidas porque desde su creación no han tenido un número en positivo nunca. El año pasado terminó con 2,000 millones de pérdidas para sus cuentas que han tenido que amortizarse de los 13.000 millones de euros financiados por inversores privados de toda su serie de ampliaciones de capital.

La cuestión es que si como ellos defienden ante el Tribunal Europeo de justicia, sólo son una plataforma de servicios y no una compañía de transporte, lo que implica no tener coches en propiedad, ¿a dónde va el dinero?. Bien, los gastos en marketing, publicidad, ofertas especiales y expansión tienen un precio, uno muy alto. Y sobre todo el bajo coste de los servicios que ofrecen a sus clientes que, según cifras de Financial Time, están cubiertas en un 41% por la propia compañía. Es decir, ni los trayectos son tan baratos, ni los del resto de compañías —incluyendo al sector del taxi— son tan caros. De hecho, en este mundo de canivalizciones, la estrategia de Uber se ha llevado por delante a muchos otros de la competencia que, sin tantos fondos de inversores, no han podido cubrir la diferencia de coste. Karhoo, en Reino Unido, tuvo que echar el cierre ante la posición dominante de Uber en el país.

Pero Uber no va a seguir en pérdidas de manera eterna. Los inversores quieren su feedback, en efectivo a ser posible, básicamente porque no seguirán metiendo dinero de forma infinita en una empresa que no genera beneficios. Es posible que su política de marketing y comunicación pierda algo de brillo, pero daría igual, ya son conocidos a nivel mundial.

¿Una compañía a largo plazo?

La empresa creada por Travis Kalanick y Garret Camp en 2009 poco se asemeja a lo que es 7 años después. No solo ha pivotado en lo que a servicios se refiere, también en viabilidad de negocio. Pero sigue siendo insuficiente para alcanzar, aunque sea, equilibrio en su cuenta de pérdidas y ganancias.

Podemos disponer entonces que Uber, como tantas otras del sector, juega con los tiempos a un plazo muy amplio. Muy muy amplio. Tan amplio que estaría esperando a que la tecnología enfocada a los coches autónomos; el volumen de gastos iniciales sería grande, pero a largo plazo, se quitarían la molestia de tener que operar con conductores y el 100% del beneficio, rebajado o no, sería para ellos.

Y antes que todo esto está el tema de la competencia. El miedo de muchos en el sector es que, una vez aplaste a sus rivales y se convierta en prácticamente un "monopolio" en el sector del transporte, juegue con su política de precios al alza. De esta manera, Uber dejaría de cubrir los gastos de su bolsillo y el usuario pagaría el 100% del trayecto. Resultado: los mismos precios que tienen otras compañías ahora mismo. Entonces Uber sí que ganaría dinero. Si lo juntamos, además, con la ausencia de conductores, ya sería perfecto.

Por lo tanto, ¿a qué está esperando Uber para ganar dinero? Lo cierto es que no todas las ganancias se resumen en dinero, por lo que en su caso, ya está en positivo.

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