Estudios hechos sobre roedores han demostrado que el estrés puede crear un impacto negativo en el cerebro. Exposiciones de sólo algunos días de estrés, como las que enfrentamos en una época navideña normal con la familia, una reunión comunitaria o en el desempeño laboral comprometen la eficacia de las neuronas del hipocampo —una importante área del cerebro responsable del razonamiento y la memoria—. Semanas de exposición, causan un daño reversible a las dendritas neuronales —prolongaciones protoplásmicas ramificadas, o los pequeños "brazos" que las neuronas usan principalmente para comunicarse entre sí y, secundariamente, para la alimentación celular—. Y meses de estrés pueden destruir permanentemente neuronas.

Ya hemos hablado de descubrimientos que sostienen que el estrés sólo es negativo si tú crees que lo es. Normalmente uno puede lidiar con ciertas cantidades de ansiedad y estrés auto impuesto por las responsabilidades que hemos decidido adquirir. Puedes entenderlo como estrés positivo porque lo has elegido por ti mismo, tiene una razón de ser, y a cambio obtienes resultados. Lamentablemente, es muy difícil aplicar esto con el estrés producido por la negatividad de personas que no queremos soportar.

Y es que, investigaciones recientes del Departamento de Psicología Biológica y Clínica de la Universidad Friedrich Schiller, en Alemania, han descubierto que la exposición a estímulos emocionales negativos, del tipo de los quejosos patológicas, descalificadores, “culposos” y personas negativas en general, tienen las mismas reacciones emocionales que se experimentan cuando se está extremadamente estresado y, al igual que ocurre con la respuesta al estrés, a más tiempo se soporta esto, peor es para el cerebro.

Si llueve es malo, y si sale el sol también, porque el tema es quejarse. Muchas personas desperdician horas de su tiempo tratando de descalificar y ver el fallo en todo lo que hay a su alrededor. También entran en estados de ira fácilmente si no se está de acuerdo con sus quejas.

No necesitas ponerte de acuerdo ni darle la razón a las personas que disfrutan manifestando sus quejas porque, en realidad, ni tan siquiera quieren tu opinión. Disfrutan el proceso de quejarse, y darles cuerda sólo alimenta aún más su hambre emocional de atención. La realidad es que verlo todo negro puede llegar a ser una adicción como cualquier otra. Como la ley de la concentración dice según Bernardo Stamateas, autor del libro Gente tóxica: “Cuanto más piensas en una cosa, más esta se hace parte de tu realidad”. Efectivamente si durante mucho tiempo te convences de que todo está mal, para ti terminará estándolo, y nadie podrá convencerte de lo contrario. Es más, puede que esté hipotecando su propia salud en el proceso de intentarlo.

Por su parte, episodios prolongados de ira, como las que sufren esas personas tóxicas cuando le llevas la contraria o en los que te inducen ellos a ti, pueden hacer estragos en el cuerpo en forma de presión arterial alta, ansiedad, dolores de cabeza y problemas de circulación. Las investigaciones también muestran que incluso sólo un episodio de cinco minutos de ira es tan estresante que puede poner en peligro tu sistema inmunológico durante más de seis horas. Todos estos problemas pueden conducir a problemas más graves como ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.

Es más, las investigaciones científicas indican que la negatividad es contagiosa, similar a un resfriado: Framingham Heart Study, un proyecto único en su tipo, que desde 1948 ha recogido periódicamente información médica y social de miles de personas en Framingham, Massachusetts, encontró que una variedad de hábitos y sentimientos como la soledad, la negatividad o la felicidad parecen ser tan contagiosas como las enfermedades víricas.

La felicidad resultó ser menos social que tristeza. Cada amigo feliz incrementa las posibilidades de que una persona obtenga felicidad personal en un 11%, mientras que se necesitaba sólo un amigo triste para duplicar la probabilidad de un individuo de ser infeliz.

"Cuantos más amigos con gripe tengas, más probabilidades hay de que se te pegue. Pero una vez que tienes gripe, el tiempo que tardas en curarte no depende de sus contactos. Lo mismo es cierto de la felicidad y la tristeza", dijo David Rand, un investigador de la dinámica evolutiva en Harvard a la revista Wired.

Ya los sabes, tú no puedes salvar a las personas negativas, agresivas, rencorosas o infelices pero ellos sí pueden hundirte a ti. Y si como argumento médico para mantener a ciertas personas insoportables lejos no funciona, al menos trata de mantener la ira y el estrés en los menores niveles posibles. La verdad esto se aplica a cualquier persona extremadamente negativa e insoportable, de esas hay por cada esquina, y uno no puede esquivarlos a todos, por lo tanto, sé que es una petición difícil, pero estando tu salud en juego, no queda más remedio que intentarlo.

Recibe cada mañana nuestra newsletter. Una guía para entender lo que importa en relación con la tecnología, la ciencia y la cultura digital.

Procesando...
¡Listo! Ya estás suscrito

También en Hipertextual: