La vida es el misterio más trascendente de todos. ¿Por qué y para qué existen seres vivos? Luego de miles de años de avance científico y reflexiones filosóficas, aún no logramos responder esta pregunta de manera satisfactoria. Claro que se puede esquivar diciendo que el sentido de la vida es el que tú le des y ya está, pero la verdadera interrogante va más allá, preguntándose cuál es el punto de todo en general.
La metafísica es la ciencia encargada de realizar estos estudios. Kant la describía en el prefacio de la segunda edición de la Crítica de la razón pura como: "la más vieja de todas las ciencias" y "la única que sobreviviría si la humanidad sufriera una barbarie destructora". Queda claro que la pregunta por la causa esencial de todas las cosas es una interrogante milenaria e inmortal.
Por su parte, la biología estudia la constitución de los seres vivos. No hay manera más gráfica de observar esto que con las imágenes de rayos X de animales embarazados que verán a continuación.
Es maravilloso poder contemplar esto a simple vista. Un organismo mostrado en su forma más minimalista, despojado de todo agregado biológico que pueda confundir o entretener nuestro entendimiento. Lo que quedan son los componentes básicos de los seres vivos: carne y huesos.
Las siguientes fotografías nos proveen con un asiento en primera fila en el espectacular teatro de la existencia para deleitarnos con la maravilla que significa la formación de un individuo desde células simples hasta convertirse en un animal con conductas propias y complejas.
Sin embargo, a pesar de todo esto, no dejan de verse algo terroríficas, como sacadas de una película de terror baratas acerca de animales zombies capaces de dar a luz a más zombies. Pocas imágenes implican tantas reflexiones al mismo tiempo, de manera que vale la pena analizarlas con detenimiento.