Los coches conectados ofrecerán algo más que información para mejorar la seguridad, se centrarán en ofrecer servicios que nos faciliten ciertas tareas que hasta ahora ni siquiera nos planteamos delegar en el coche. Y una de ellas es pagar con el coche en la gasolinera, sin tener que acudir a la caja o tener que introducir los datos en el surtidor.

Esta solución de pago por reconocimiento de matrícula permite al conductor gestionar sus pagos en estaciones de servicio y parkings desde su propio vehículo sin necesidad de sacar una tarjeta o un móvil. En Hipertextual ya te habíamos hablado de este sistema cuando comenzaba a ser adoptado por unas pocas gasolineras.

¿Cómo funciona?

Tras registrarse en Automatric o en la app, el usuario llega a la gasolinera, se para delante del surtidor y se identifica al vehículo por su matrícula. En ese momento el sistema, por medio de la pantalla del coche, ofrece al usuario utilizar Automatric para pagar su repostaje. Tras la aceptación del usuario, se habilitará automáticamente el surtidor adecuado.

En cuanto se termina de realizar el suministro, se sincroniza el surtidor con el vehículo y se procede al cargo automático del repostaje. El cliente recibe inmediatamente una comunicación con la información del pago realizado.

En 2020 el 75% de los automóviles fabricados estarán conectados sin necesidad de teléfono o aplicaciones específicas, solo quedan tres años para que veamos las primeras soluciones que permitan conectar el coche y dotarlo de funciones que ahora simplemente imaginamos como futuro.

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