células madre

Nissim Benvenisty (Wikimedia)

La terapia celular puede curar enfermedades letales y sin solución. Es capaz de reponer tejidos destruidos y enfermos, dando nuevas esperanzas a un cuerpo herido. Pero, aunque en los últimos años hemos visto surgir una gran cantidad de técnicas y tecnologías asociadas a las terapias celulares, todavía nos queda muchísimo por aprender. Así lo demuestran las células madre sintéticas, por ejemplo. Una reciente investigación nos enseña que podemos usar una nueva tecnología para obtener todos los beneficios de las células madre esquivando los problemas causados en terapia. Y lo mejor de todo es que esta técnica vale para todo tipo de terapias celulares. Así funcionan estas células madre sintéticas.

¿Qué son las células madre sintéticas?

Las células madre son, como su nombre indica, células cuyo potencial es enorme porque están indiferenciadas. Todas las células del cuerpo tienen las mismas instrucciones, grabadas en nuestro ADN. Para formar diversos tejidos (hueso, músculo, grasa, piel...) diferentes factores les indican qué parte del manual han de leer y cuál dejar apartado. Estas instrucciones son las que se le dan a las células indiferenciadas para especializarse. El proceso es irreversible de forma natural. Una célula de la piel no puede volver a ser indiferenciada. Las células madre son aquellas células indiferenciadas primeras, las que crean, además, otras células indiferenciadas para más tarde formar tejidos.

Por ello, cuando un tejido está estropeado, colocar las células madre puede ayudar a reponerlo, ya que estas toman los factores locales (producidos por el tejido que le rodea) y comienzan a diferenciarse. Para conseguir estas células madre, que prácticamente solo aparecen en los inicios de la vida, mientras se desarrolla el embrión, existen varias técnicas con las cuales las "engañamos" para revertir el proceso en laboratorio. Como decíamos, esto no ocurre de forma natural. Pero el resultado es excelente, lo que nos permite "fabricar" células madre para usarlas en terapia.

organos de reemplazo
Células madre embriónicas. Fuente: Nature - Mpi Muenster/dpa/Corbis

Sin embargo, estas no son células madre sintéticas. Lo que han conseguido estos investigadores es crear células madre que en realidad no son células en sí. Las llamadas "micropartículas imitadoras-celulares", o cell-mimicking microparticle (CMMP), se crean a partir de unas partículas biodegradables. Luego se impregnan de los factores y sustancias necesarias. Por último, se recubren de membrana celular para evitar problemas con el sistema inmune. Y lo que se obtiene es una célula que no es una célula. Lo único que pueden hacer estas células madre sintéticas es promover el crecimiento de un tejido, al igual que las células madre convencionales, pero evitando los inconvenientes que implica una terapia celular.

¿Qué tienen de malo las terapias celulares?

Wellcome Images (Flickr)
Wellcome Images (Flickr)

No es que tengan nada malo. Pero en ocasiones, las terapias celulares se asocian a problemas varios. Al crear células totipotentes (porque pueden convertirse en lo que quieran), también les dejamos un excesivo albedrío a la hora de reproducirse. Esto puede provocar el crecimiento descontrolado de las células, provocando un tumor. Si las medidas de control fallan en este tejido "nuevo", reprogramado, podríamos encontrarnos ante un cáncer. Sin embargo, esto no ocurre con las células madre sintéticas. Y es que estas funcionan como si fuera una vacuna: cogen solo las partes que nos interesan de la célula y evitan el resto. Las células madre sintéticas sólo pueden activar el crecimiento del tejido, no reproducirse ni hacer ninguna otra cosa. Las células madre sintéticas ayudan con los factores que portan a activar la reparación, haciendo crecer nuevas células incluso en tejidos ya diferenciados. Según los ensayos, funcionan tan bien como sus "primas" convencionales. Pero una vez terminada su función, desaparecer sin más. Por si esto fuera poco, las células madre sintéticas, al no ser células madre de verdad resisten mejor la congelación y el almacenamiento, lo que permite un transporte y manipulación más sencillo que las células madre normales.

¿Qué pueden curar?

nadia
kaibara87 (Wikimedia)

Por desgracia, no todas las enfermedades tienen solución mediante terapia celular. Solo los problemas cuyo origen está en una deficiencia en el tejido, es decir, cuando algo en las células falla (producir una sustancia o morir por la falta de alguna) se puede curar con este tipo de terapias. Al fin y al cabo, las células madre sintéticas sólo sirven para potenciar el crecimiento celular, lo que permite reparar un tejido estropeado que no puede ser restaurado de forma natural. Por ejemplo, los investigadores hicieron las pruebas con tejido muscular cardíaco. Gracias a las células madre sintéticas pudieron reponer músculo infartado y dañado. Pero la técnica, como decíamos, puede emplearse con otros tejidos distintos. Todo depende de qué escojamos para diseñar estas partículas. La terapia de células madre sintéticas está todavía en una fase temprana de desarrollo, aunque su potencial es interesantísimo, tal y como hemos visto en los estudios hasta la fecha. Probablemente, en unos meses veamos nuevas aplicaciones que brindarán esperanza para combatir enfermedades incurables hasta la fecha.

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