Spice, K2, marihuana sintética y otra miríada de nombre reúnen bajo el mismo panorama una serie de sustancias opiáceas de naturaleza muy similar a la de los cannabinoides naturales procedentes del cannabis. Pero aunque esto pueda invitar a muchos a su consumo, por parecer más "natural" o tener similitudes con una sustancia cuyos efectos no son demasiado agresivos, normalmente, esto es un craso error. La marihuana sintética es mucho más peligrosa que la marihuana real. Pero los bulos y la desinformación reinan a su alrededor, causando estragos.

¿Qué es la marihuana sintética?

En primer lugar, debemos saber que es un cannabinoide. Un cannabinoide es un compuesto orgánico con una serie de características químicas concretas (pertenece a los terpenofenoles) y que activa los conocido como "receptores cannabinoides" en el organismo humano. Su nombre proviene de la planta de cannabis, donde se encontró estas sustancia y que es responsable de los efectos farmacológicos característicos. Pero además de estos cannabinoides, estas sustancias se pueden encontrar como componentes naturales en nuestro cuerpo y, también, como resultado de una serie de reacciones químicas. Estos últimos son los llamados cannabinoides sintéticos y son el producto protagonista de la dichosa marihuana sintética.

marihuana sintética
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Estos cannabinoides sintéticos fueron descubiertos por un equipo de químicos entre los que se encuentra John W. Huffman, quién afirma que jamás habría pensado que se emplearían como una droga recreativa. Y es que fueron diseñados exclusivamente para investigar. Los cannabinoides de laboratorio salen como un producto de una reacción química, muy concentrados. Tras esto se pueden cristalizar para almacenarlos. Su uso en el laboratorio sirve para investigar sobre el comportamiento de estas sustancias. Sin embargo, hay quien los sintetiza de manera casera y los impregna en hierbas (tabaco y otras) para fumarlo o lo vende para prepararlo "al gusto". Estos productos no están diseñados para ser consumidos debido a varias razones que explicaremos más adelante, y la única venta legal que se ha hecho de ellos ha sido en inciensos, lo que no evita que el comercio ilícito haya crecido increíblemente los últimos años.

¿Qué hace la marihuana sintética?

Tanto los fitocannabinoides (procedentes de la planta) como los cannabinoides endógenos (producidos por el cuerpo) y los cannabinoides sintéticos (de la marihuana sintética) tienen estructuras muy similares en su molécula, de manera que activan ciertos receptores de nuestro cuerpo. Estos están por diversos órganos y tejidos. Especialmente en el sistema nervioso, lo que explica la reacción fisiológica que conocemos. Nuestro cuerpo usa los cannabinoides endógenos como mensajeros. Pero los cannabinoides externos, como los de la planta o los sintéticos, llegan en mucha mayor cantidad y sustituyen a los cannabinoides endógenos.

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Normalmente los mismos mensajeros internos son destruidos por el sistema una vez que pierden su función. Pero como estas sustancias no son exactamente iguales a las del cuerpo, el sistema tarda bastante más en degradarlos y siguen actuando sobre los receptores, grosso modo. Así, los efectos son notables y duraderos una vez que comienzan a actuar. ¿Y qué efectos son estos? Los receptores de cannabinoides, en concreto los CB1 y CB2 controlan diversas funciones en todo el cuerpo. Entre dichas funciones se encuentran algunos aspectos relacionados con la actividad gastrointestinal, la cardiovascular y, por supuesto, la neuronal. Así, los cannabinoides sintéticos hacen el mismo efecto que los endógenos producidos por nuestro cuerpo pero de una forma descontrolada y mucho más intensa.

¿Cuáles son los verdaderos peligros de la marihuana sintética?

Como explicábamos, la marihuana sintética es capaz de estimular el sistema artificialmente de una forma más intensa de la que lo hacen los cannabinoides endógenos. Además, lo hacen por mucho más tiempo ya que nuestro cuerpo no puede deshacerse de ellos con la misma facilidad. Los casos de sobredosis de marihuana sintética no se parecen en nada a los de marihuana natural. Al contrario, el cuadro clínico, explican los expertos, se parece más a la exposición a las anfetaminas: agresividad, sudores, agitación... ¿Por qué? Aunque no lo sabemos con seguridad, seguramente la razón se encuentra en la composición y estructura de los cannabinoides artificiales. Pero, además, apunta a otro problema esencial: la "pureza" de estos compuestos.

El producto final conocido como marihuana sintética no sólo es una sustancia poco homogénea, sino que en la gran mayoría de ocasiones se produce de forma clandestina de mala manera y en unas condiciones que promueven la contaminación. Por si esto fuera poco, muchas veces llevan añadidos extras para abaratar costes o generar otro tipo de reacciones. De esta manera, la marihuana sintética no se parece en nada a la marihuana. En absoluto. Consumirla es, literalmente, una sorpresa que resulta desagradable en un alto porcentaje de veces.

Por último, aunque se pueda acceder a productos de laboratorio, usados para investigación, cuya calidad y pureza están avaladas, eso no es sinónimo de calidad. Al menos en cuanto a su uso recreacional se refiere. Son productos químicos usados para la experimentación. Y nada más. Normalmente se desconocen los efectos secundarios, las dosis o las dosis semiletales. Usar un producto ultraconcentrado de marihuana sintética de laboratorio (como cualquier otra sustancia química) es jugársela a sufrir un accidente que puede ser letal.

Una moda creciente

Por desgracia, el nombre de "marihuana sintética" invita a muchos a probar un producto que parece, hasta cierto punto, seguro. Además, su facilidad de síntesis y concentración, así como el sinfín de efectos que se le atribuyen, le ha brindado a la marihuana sintética un lugar especial en el mercado de las drogas ilegales. Así, durante los últimos años hemos visto varias noticias bastante increíbles: un hombre que atacó a otro y trató de devorar su cara, otro vecino matando a un perro y comiéndoselo, ataques completamente alucinantes a la policía... si bien muchos de estos sucesos no están tan claramente asociados a la marihuana sintética, cada vez hay más evidencias de su peligrosidad. Aún si estas historias no fueran reales, existen diversos casos documentados de fallo multiorgánico, lo que ya es de por sí muy alarmante. Así que, a pesar de la facilidad y la moda creciente, es conveniente mantenerse alejado. Al fin y al cabo, la marihuana sintética es un producto químico cuyo fin no es, ni nunca ha sido, el consumo humano.

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