Trasteros y armarios repletos de dispositivos con la última tecnología, en muchas ocasiones de elevado precio, y para un uso profesional, pero cuya inversión no logramos rentabilizar con nuestros trabajos, ¿te suena? El hiperconsumismo es un problema que ha golpeado a la sociedad española hasta antes de la crisis económica, y ahora que se ha instaurado la cultura del ahorro, nos vemos con varios dispositivos tecnológicos a los que podemos sacar una alta rentabilidad por medio del alquiler.
Por suerte, hace años que pasamos del "ni se te ocurra montarte en un coche con extraños", al compartir largos viajes con ellos. La sociedad se ha transformado gracias a la economía colaborativa, un sistema que lleva una década -con el auge de los ecologismos cuando se fomentó la idea de distribuir mejor en lugar de producir más- en constante evolución y cuyos frutos podemos recoger hoy.
Según un reciente estudio de Nielsen, el 53% de los españoles compartirían o alquilarían sus bienes en un contexto de consumo colaborativo, lo que sitúa a España entre los países de la Unión Europea con mayor potencial de crecimiento en economía colaborativa. Esto, sumado a que en terrenos como el de la fotografía y el vídeo, se necesita de un material de alto coste, especializado y para situaciones muy esporádicas, han dado como resultado la aparición de nuevos modelos de negocio. Buen ejemplo de ello es Relendo, la primera plataforma de economía colaborativa que permite el alquiler de productos entre particulares. Una startup española que se une al mismo mercado colaborativo que integran compañías como Airbnb, UberPop, BlaBlaCar, Wonowo, Wallapop o Drivy.
No han sido pocas las ocasiones en las que un equipo de grabación ha necesitado alquilar en el último momento un objetivo específico o trípode para fijar su cámara en una posición dificultosa. Nosotros mismos damos buena fe de ello. Esta startup española con dos años de vida no sólo da acceso de forma casi inmediata a una gran variedad de productos a los que de otra manera el usuario no podría acceder, sino que también permite ahorrar dinero, tiempo, espacio y hacernos consumidores más eficientes.
Gracias a una amplia comunidad existente, se genera un componente social en el que los usuarios se ayudan y dan consejos unos a otros sobre sus productos alquilados. Aunque, seamos sinceros, lo que más nos interesa en estos casos es la seguridad, tanto desde el punto de vista del arrendador como del arrendatario. En Relendo sólo se permite alquilar productos en buen estado y sin mucho desgaste a través de su plataforma o app gratuita, un seguro cubre roturas o robos de hasta 5.000 euros y se pasan varios filtros de seguridad para verificar la identidad de todos los usuarios.