Cada año es más cierto que la realidad supera a la ficción. Particularmente la elección presidencial de Estados Unidos nos ha demostrado los frágiles que eran los límites de la política como la conocíamos hasta ahora. La importancia de ese país nos tiene al resto de mundo atentos y temiendo los peores escenarios.
Sin embargo, dentro y fuera de los Estados Unidos, el mundo comparte una serie de problemas que están decidiendo el futuro: el racismo está en todos lados, el cambio climático se ha convertido en una crisis humanitaria, las guerras no paran y la gente confía cada vez menos en las instituciones.
En una enorme instalación en Brooklyn el artista mexicano Pedro Reyes ha conjugado dos de las fechas más emblemáticas para la cultura estadounidense: las elecciones presidenciales y la noche de brujas, resultando en una pesadilla propia de las películas de serie B con un componente altamente político que pretende mover conciencias.
La instalación comienza con unas esculturas que aluden a la estatua de la libertad y al caballo de Troya. Se trata de una obra basada en un cartón del caricaturista Quino que ilustra la política exterior estadounidense de intervenir militarmente en países bajo la bandera de la democracia y la libertad.

La instalación está temporalmente ubicada en una base militar abandonada y cuenta con 30 actores que le dan vida. La pieza de Reyes trata temas que trascienden a una elección o incluso un Gobierno, como el sistema de salud estadounidense, el cambio climático, la posesión de armas, el aborto, la xenofobia, el consumismo, la brutalidad policíaca, el consumo de azucares procesados y las intervenciones militares.

Los asistentes son recibidos por un equipo SWAT que los somete y los interroga.
La puesta en escena de una fábrica artesanal de aire del Himalaya.
Un grupo de porristas queman en la hoguera a una mujer que quiere abortar al ritmo de Vaselina.

Un hombre vende ataúdes con forma de postres. En la fotografía, el ataúd de un niño con la forma de su comida.

En la escuela de la instalación, los niños aprenden cosas como el ABC y que después de todo la esclavitud no fue tan mala.

Los asistentes recorren un bosque en realidad virtual.
Reyes anteriormente ha abordado la situación de extrema violencia que se vive en México. En 2012, con armas decomisadas por el ejército mexicano, hizo una instalación musical autómata llamada Disarmed y en 2008 hizo Balas X Palas, donde fundió armas e hizo palas para plantar árboles.