Malas noticias desde Corea, tanto para los usuarios como para la propia Samsung. En mitad de la IFA, feria en la que la compañía ha presentado el nuevo Gear S3 y a tan solo siete días de la presentación de uno de sus competidores, el iPhone 7, Samsung ha confirmado, vía comunicado de prensa, que retrasa los envíos y producción de su nuevo flagship, el Note 7, por problemas en el dispositivo.

Según parece, algunas unidades del terminal estrella de la compañía se incendian de forma aleatoria por problemas, todavía por determinar, en la batería o cable USB. La compañía no tiene cifras oficiales, pero ha confirmado a la agencia Reuters que, hasta que investiguen el incidente, se retrasará la producción del Note 7 en algunos países.

El anuncio ha supuesto una caída de casi 7 mil millones en el valor de la compañía, mostrando la preocupación de los inversores de cara a que se pueda frenar el despunte del éxito de la división de móviles que la compañía ha experimentado en los últimos meses, además recordemos, a unos días del la presentación del terminal de Apple:

"El lanzamiento de Apple pone aún más presión para que ellos contengan esto rápidamente. El momento no podría haber sido peor." Bryan Ma, analista de IDC.

De momento, varios informes de medios de Corea del Sur, sin citar fuentes directas, afirman que Samsung pronto anunciará un plan para reemplazar las baterías de los Note 7 afectados, en lugar de dar a los usuarios un nuevo dispositivo.