Aunque invisibles, los billetes falsos circulan por la sociedad europea con relativa frecuencia. En la segunda mitad 2015 se retiraron de la circulación unos 445.000 billetes falsos, un 2% menos que en el primer semestre de 2015. De estos 445.000 billetes, alrededor del 83% eran de 20 y 50 euros, los más falsificados en la zona euro.

Pero, ¿qué ocurre si llega a nuestras manos uno de estos billetes por error? ¿Cómo podemos detectar si los billetes que nos han sido entregados no forman parte de un proceso de falsificación?

Para detectar un billete falso, tal y como recomiendan desde CaixaBank, basta con tocar el propio billete: pasando la uña por el dibujo principal descubriremos que la tinta es más espesa. De la misma forma, el billete cuenta con impresiones y relieves particulares que permiten diferenciarlo un billete auténtico de uno falso.

En la segunda mitad de 2015 se retiraron más de 445.000 billetes falsos en la Unión Europea. La cifra decrece, pero continúa siendo muy elevada.

Otro método muy popular consiste en aprovechar el contraluz para poder visualizar las marcas de agua establecidas en los billetes. También podemos comprobar la existencia del hilo de seguridad del billete, donde se puede leer la palabra “euros”.

Un método menos popular consiste en girar el billete, lo que permite descubrir elementos de seguridad más avanzados. Algunos de estos elementos son:

  • La banda iridiscente. Observando el billete desde diferentes ángulos, es posible comprobar cómo en la franja central del billete aparece y desaparece una banda brillante con el valor del mismo.
  • La banda holográfica. Solo en los billetes de menor valor (5, 10 y 20 euros). Estos cuentan con una banda lateral con el número y el símbolo del euro.
  • Parche holográfico. En los billetes de mayor valor (50, 100, 200 y 500 euros), es posible observar un pequeño cuadrado que, al rotar, pasa de tener su valor en el centro a una ventana o puerta.
  • Números de colores. Los billetes de mayor valor (50, 100, 200 y 500 euros) muestran un efecto diferencial: el número que indica su valor cambia de color en función de cómo incida la luz sobre este.

Billetes falsos

En caso de no ser un billete verdadero —o sospechar de su falsedad—, el Banco de España ofrece una serie de procedimientos que permiten comprobar la veracidad del mismo. Una vez entregado el billete a alguna de las entidades autorizadas, se inicia el proceso de comprobación exhaustivo en el que, en un plazo de diez días, se estudiará la veracidad del billete. Una vez evaluado, dos opciones son posibles:

  • Es verdadero. El Bando de España realizará un ingreso en la cuenta corriente proporcionada con el importe exacto del billete entregado para su comprobación.

  • Es falso. El propietario pierde el valor del billete. No existe ningún mecanismo para reclamar el importe del billete. No obstante, el portador del billete sí puede tomar medidas legales contra el portador previo del billete.

Independientemente del resultado, el Banco Central Europeo y el Banco de España obligan a todas las instituciones y entidades de crédito a retirar del mercado cualquier billete sospechoso, pudiendo retirar así los billetes falsos que aun queden en circulación por toda la Unión Europea.

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