El cine en 3D en salas no ha triunfado. Es una realidad. Si se parte del estreno de Avatar como referencia, parecía que esa forma de realización y visionado imperaría los próximos años pero no ha sido así. Y es que por lo general la experiencia deja mucho que desear. En primer lugar, a nadie le gusta estar obligado a llevar puesto un accesorio que puede resultar incómodo, y en segundo, la calidad de las gafas no es buena y resta brillo al resto de la película. En el MIT lo saben y ya le están poniendo solución.

La tecnología que según ellos posibilitará el visionado de películas 3D sin gafas se llama Cinema 3D. La clave es que permite verse por igual desde cualquier lugar de la sala de cine, dado que, a diferencia de los hogares donde los televidentes se sitúan en ángulos y distancias que difieren mucho incluso durante períodos cortos, en ellas se guarda la posición en la gran mayoría de ocasiones.

Si todo va bien, esta imagen se eliminará de nuestras vidas.
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Mediante una única pantalla y la ayuda de 50 juegos de espejos y lentes, con Cinema 3D se supera el problema de la baja resolución que tradicionalmente ha perjudicado a otras soluciones domésticas y profesionales. En los modelos domésticos se generan, con ayuda de hendiduras en la pantalla, barreras de paralaje que permiten al ojo discriminar diferentes conjuntos de píxeles y generar así profundidad.

En Cinema 3D, para evitar distorsiones, se codifican esas barreras de paralaje en la única pantalla existente, y así cada espectador puede ver una dirigida a su posición. Mediante el conjunto de lentes y espejos que trae consigo el sistema, se alcanza esta individualización y se compensa la distancia de distintas partes del público. Dado que el ángulo de movimiento en una butaca es muy limitado, no hay problema.

Otras soluciones implican pantallas de resolución absurdamente altas para lo que actualmente tendría sentido producir y comercializar. Con Cinema 3D se logra buena resolución sin hacer que el sistema sea implanteable para la industria en un futuro próximo. Aunque se encuentra lejos de poder producirse para estrenos, debido a su pequeño tamaño actual, los investigadores confían en que Cinema 3D se convierta en la primera tecnología de películas 3D sin gafas en el cine. Fuera de él, no es difícil imaginar un futuro con vallas publicitarias en 3D.