El sistema de compra que muestra Microsoft en la página de compra para profesionales permite adquirir las tabletas partiendo desde la opción de gama entrada —Surface 3 con procesador Intel Atom— hasta el nuevo y potente portátil Surface Book. Todos los productos de la gama Surface tienen su propio plan mensual, nombrado por la compañía como Surface Membership Plan.
Al estar destinado a empresas y no al usuario final, la membresía cubre los años accidentales, al ofrecer la reparación de roturas de pantalla por ejemplo, y entrenamiento personalizado para poder comenzar a trabajar con ella cuanto antes; que es lo que quiere vender Microsoft y lo que atrae a los clientes: trabajar con un equipo muy ligero, portátil y capaz.
Dependiendo del plan seleccionado, los precios variarán desde los 33 dólares al mes durante 30 meses para adquirir una Surface 3 básica hasta los más de 200 dólares durante 18 meses que puede llegar a costar un Surface Book dependiendo de la configuración de componentes. El gasto del plan comparado a comprarlo en efectivo es de varios cientos de dólares debido a la financiación y el soporte.
Es un movimiento claramente orientado a alentar a pequeñas, medianas y grandes empresas a migrar a los equipos de Microsoft sin tener que desembolsar cuantiosas cantidades o establecer un crédito con terceros previamente.
La familia Surface sigue creciendo en ingresos y en beneficios para la compañía de Redmond mientras el PC continua su paulatino declive y el iPad sigue, por enésimo trimestre consecutivo, aportando cada vez menos ingresos a Apple.
El producto ha virado desde el primer enfoque hacia el usuario final hasta englobar también a las empresas, que comienzan a vislumbrar que los beneficios en movilidad del producto no resultan en un detrimento en la productividad de sus empleados.
A Microsoft no le funcionó muy bien su entrada en el negocio de los teléfonos inteligentes —fue un absoluto desastre que ha dejado un agujero millonario en la cartera de la compañía, pero sus tabletas, pese a que estén todavía a la sombra del iPad, no paran de ganar tracción y el nicho se hace cada vez más grande.