"El buen periodismo debe ser independiente de los poderes políticos y de los económicos, debe perseguir la verdad y servir a los ciudadanos y a nadie más". Son palabras de Martin Baron, actual editor del prestigioso periódico The Washington Post, aunque ganó fama en su etapa entre 2002 y 2012 en The Boston Globe, el diario que destapó un escándalo de pederastia en la comunidad de Boston que tenía a la Iglesia como epicentro, que acabó produciendo un efecto dominó con casos similares en todo el mundo y que logró el Premio Pulitzer en 2003. Es una historia que se relata en Spotlight, ganadora del Oscar a mejor película de este año.

El periodismo de investigación es absorbente y es conveniente que sea independiente al resto de la redacciónAparte de contar las dificultades que surgen cuando un grupo de periodistas nada a contracorriente para contar una historia socialmente aceptada (desde las propias víctimas de la pederastia, que cuando son mayores no quieren reconocer que lo fueron, a los intereses y favores políticos que se producían en aquel entramado, hasta llegar a los propios miembros de la comunidad eclesiástica de Boston, con mucho poder en la ciudad más religiosa de Estados Unidos), queda patente la importancia de que existan equipos centrados en el periodismo de investigación en las redacciones de los medios más relevantes. ¿Por qué? Entre otras cosas, porque la rutina diaria de una redacción impide, sobre todo por falta de recursos y tiempo, profundizar en temas que podrían derivar en historias como la de Spotlight. Y, por supuesto, el periodismo de investigación es una variante muy absorbente, que requiere las menos distracciones posibles y, por ello, es conveniente centrarse en él que combinarlo con el periodismo de actualidad.

En la entrevista en vídeo que compartimos más arriba, Martin Baron habla también de los retos que tiene el periodismo en general en la actualidad. Y es que Internet ha supuesto un gran avance en tanto que facilita las herramientas y el acceso a información, pero, del mismo modo, genera mucho ruido y favorece rumores infundados y noticias falsas. "Sigue siendo necesaria la figura del buen periodista, del buen editor, pero también hay que saber manejar bien las herramientas que tenemos para contar mejor las historias", dice Martin. "Por ello, hay que sumar nuevas figuras, como el buen creativo de infografías o el buen editor de vídeos. Sin duda, el gran periodismo debe ser también muy tecnológico, debe estar a la vanguardia en redes sociales, Internet y otros avances".

Está claro que el mensaje que traslada Martin es el de no perder el foco en seguir contando las historias que sean necesarias, de manera independiente y con un buen equipo humano, pero también le da importancia a la tecnología, y aquí influye desde el tiempo de carga de la web del periódico, pasando por la calidad de los vídeos que se publiquen en redes sociales hasta llegar a los nuevos formatos audiovisuales para reportajes e investigaciones.

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