Los creadores de Clash of Clans, Supercell, parecen haber encontrado una fórmula mucho mejor. Han modificado los ingredientes de su hechizo y con Clash Royale han conseguido que gente de todas las edades, pero especialmente los jóvenes, estén encima de este “Free 2 Play”.
Pero, ¿qué es Clash Royale? Es un juego sencillo que toma los conceptos de los juegos de defender la torre y los lleva a una batalla de 1 contra 1 en la que hay que defender tu torre principal mientras intentas destruir la enemiga. Un concepto sencillo con una rejugabilidad máxima.
Las partidas de 3 ó 4 minutos son ideales para jugar en un momento muerto
El juego tiene muchos de los elementos que hacen de un juego un éxito, y hará que muchos estudios rivales empiecen a tomar nota. Un sistema de batallas equilibrado en el que siempre tendremos un rival de nuestro rango asegura que no nos desalentemos. Si perdemos muchas partidas nos baja el nivel así que lucharemos con jugadores de menos nivel y podamos encontrar el equilibrio.
Las partidas, de 3 a 4 minutos como máximo, son ideales para el jugador casual que quiere “una rápida” entre clases, en la cola del banco o esperando al autobús. Podemos encadenar varias partidas, claro, pero el juego limita astutamente nuestro progreso, haciendo que espaciemos nuestras ansias. ¿Cómo poder jugar más partidas? Pagando. Y funciona, vaya que si funciona, más de 80 millones de dólares conseguidos en su primer mes así lo atestiguan. Y desde su salida lleva liderando las listas de aplicaciones que más ingresan en iOS y Android. Especialmente en China y Estados Unidos, los dos mercados que más dinero gastan.
En las batallas prima la estrategia, sobre todo a nivel que avanzamos. Pero hay un gran muro entre los 1.000 y 1.400 puntos de habilidad que sirve de filtro que separa a los jugadores casuales de los más tenaces. Solo los más tenaces o los que pagan a través de las compras dentro de aplicación pasarán más allá. Cientos de tutoriales inundan YouTube enseñando técnicas básicas de ataque, defensa, desvío de tropas, contraataque y mucho más. Una especie de mezcla entre el ajedrez aleatorio de Fisher, las cartas Magic —o Hearthstone— y el Age of Empires. El excelente diseño y atención al detalle de Supercell han convertido en este juego en el fenómeno de ventas que es.
80 millones de ingresos en un mes demuestran, de nuevo, lo que funciona en las "app stores"
Pero fuera de las batallas continúa lo divertido. La curva de aprendizaje está excelentemente medida, y asegurarse un buen mazo de cartas con el que jugar las batallas es primordial. Luchamos con un máximo de ocho cartas distintas que vamos consiguiendo y desbloqueando a medida que jugamos. Hay un componente de azar en cómo las conseguimos y en cuándo están disponibles para jugar, pues solo podemos elegir entre cuatro de esas ocho cada momento.
Para casuales y para profesionales
Supercell va a por todas y este fin de semana en Helsinki se organizó el primer gran torneo a nivel mundial, que fue visto por más de 100.000 espectadores en sus momentos álgidos. En la final del mismo, “Jason” se llevó 10.000 € al arrasar en un 3-0 a “steroid69”, pese a dominar el torneo casi de principio a fin.
La estrategia de Jason fue analizada y motivo de debate durante los días siguientes. Con un “mazo” muy simple basado en sencillos ataques con Giant y Hog Rider, consiguió atravesar las defensas de todos sus oponentes. Y esto es lo bonito de Clash Royale, una estrategia simple puede romper las más sesudas tácticas… si se hace bien.
Supercell mantiene el juego actualizado en todo momento, editando los parámetros del juego para hacerlo más y más equilibrado. Es muy importante el equilibro del juego para mantener a todos los usuarios activos y contentos, pues el abuso de alguna carta concreta podría llevar a la gente a desalentarse o aburrirse. En el futuro seguro veremos nuevas cartas, expansiones y más. Mientras tanto, en YouTube, cientos de canales amanecen con millones de reproducciones ofreciendo formas para conseguir gemas gratis al Clash Royale, o incluso cómo encontrar sus mejores trucos. Un fenómeno en toda regla.