La conducción de un vehículo autónomo implicará muchos cambios en la infraestructura de las carreteras como los semáforos o las intersecciones, muchas de ellas reguladas por semáforos. ¿Cuántas veces has estado parado en una intersección y no venía ningún coche? Había un semáforo o una señal de Stop o ceda que te impide circular sin al menos reducir la velocidad, algo que supone una pérdida en la eficiencia del uso del combustible y un aumento en el tiempo del viaje. Con los coches autónomos esto desaparecerá.
La única razón por la que tenemos que sufrir estas detenciones es porque los seres humanos no estamos conectados unos con otros y por tanto no sabemos qué harán el resto de conductores de la vía, pero ¿cuándo los coches estén conectados qué sentido tiene regular el tráfico como hasta ahora?
Los vehículos impulsados por humanos no comunican sus intenciones de forma fiable.
Recientemente investigadores del MIT han publicado un método para crear intersecciones para los coches autónomos, mucho más eficaces y eficientes que las actuales, que basaría su funcionamiento en que los coches autónomos están conectados y siempre han de establecer una ruta. Y aquí comienza el cambio más importante del concepto de conducir.
Una de las cosas que cambiarán serán que no podrás montarte en el coche y conducir sino que tendrás que indicarle hacia donde tienes que ir, el coche calculará la ruta y te llevará hasta tu destino. Este cálculo sirve para conocer qué cruces atravesarás e irá informando al resto de vehículos el microsegundo en el que pasarás por ese punto. Así el resto de coches sabrán que tienen que hacer para permitir tu ruta, quizá lo eficiente sea que tu durante unos kilómetros circules un poco más despacio o bien los otros vehículos para evitar una colisión, pero siempre perderás menos tiempo que si tuvieras que detenerte 40 segundos en un semáforo.
Los coches autónomos van a cambiar por completo las ciudades, carreteras e incluso los sistemas de control del tráfico. Una revolución que está comenzando a gestarse ahora.