Llevamos varias décadas buscando vida extraterrestre. Y por ahora sin ningún tipo de resultado positivo. Achacamos el fallo a nuestra incompetencia tecnológica, a pesar de los avances hasta la fecha. Pero, ¿y si en realidad estamos solos en todo el vasto, gigante, inconmensurable universo? ¿Y si los números hablan en contra de tener vecinos universales? ¿Qué ocurriría? ¿Es esto posible? Aquí es donde comenzamos, de nuevo, a recorrer los caminos de las hipótesis. Hagamos un repaso de lo que sabemos, lo que estimamos y lo que esperamos encontrar. Al fin y al cabo, esta pregunta, si estamos solos en el universo o no, siempre nos ha "atormentado". Es parte de nuestra naturaleza.

De números y posibilidades

En 2014 Kevin Hand, de la NASA, decía totalmente convencido durante una charla en Washington que en unos veinte años descubriremos la existencia de vida en el firmamento. Lo que dice no es baladí. El increíble número de planetas descubiertos durante los últimos años arroja unos números apabullantes. De todos los planetas, sin entrar en los números exactos, podemos considerar una gran cantidad de ellos con posibilidades de albergar vida. Y eso es solo en el espacio "cercano", galáctico. Si nos vamos a una escala mayor, no es descabellado pensar que las probabilidades de no estar solos en el universo sean grandes.

A lo mejor no tenemos una idea acertada y correcta de lo comunes que son los planetas terrestresEl propio Stephen Hawking ha afirmado en más de una ocasión que "probablemente exista vida ahí fuera". No obstante, un reciente modelo se pone en contra de todas estas predicciones (y, por qué no, esperanzas) de encontrar vida en el universo. Este modelo utiliza lo que sabemos sobre exoplanetas y formación estelar unido con algunas leyes físicas y simulado en un súper-ordenador para crear un modelo de "mini-universo". Este modelo en particular ha vaticinado que a pesar de la cantidad de planetas "rocosos" (una condición especial e indispensable para la vida que conocemos), las características necesarias podrían ser completamente únicas para nuestro planeta.

universo

Por un lado, explican los investigadores tras el modelo, "a lo mejor no tenemos una idea acertada y correcta de lo comunes que son los planetas terrestres". Tal vez estamos equivocados de lado a lado. Por otro lado este modelo, admiten, contempla también una cantidad ingente de incertidumbre. Sería como tratar de completar un enorme puzle de millones de piezas con tan solo un par de ellas en la mano. Porque en realidad solo hemos descubierto y descrito una fracción infinitesimal de nuestra propia galaxia. Es muy difícil poner a trabajar un modelo preciso con unos datos tan imprecisos.

¿Y si no estamos solos en el universo?

A estas alturas ambas hipótesis, que estamos y que no estamos solos en el universo tienen una validez similar, sujeta a la pura especulación en base a unos datos que se quedan cortos. Uno de los errores comunes (y que nos ocurre a todos) es pensar en la vida de la misma manera que la conocemos. Es algo obvio, pues solo entendemos este tipo de vida. Pero, podríamos encontrarnos ante tipos de vida nunca vistos ni imaginados. Y precisamente por ello no darnos cuenta. Existen muchos xenobiólogos estudiando la posibilidad de encontrar vida basada en otros componentes como silicio, metano o sustancias nitrogenadas. Incluso podríamos encontrar algo así en los planetas de este mismo sistema solar. De ahí la excitación de la NASA y Kevin Hand ante los últimos descubrimientos.

Si hubiese vida inteligente "cerca" ya habríamos contactado con ellos; o ellos con nosotrosEso sí, lo que está clarísimo es que si encontramos vida en los años venideros, casi con total seguridad, no será vida inteligente o tecnológicamente avanzada. Si esto fuese así, ya habríamos contactado con ellos. O ellos con nosotros. Pero por ahora esto no ha ocurrido. Esto puede deberse a varias razones. La primera es con la que comenzábamos el artículo: a lo mejor es cierto que estamos solos en el universo. Pero también puede ocurrir por otra cuestión: nuestros vecinos universales están muy, muy lejos. Lejos en el tiempo y en el espacio.

Lo más veloz que puede viajar la información es a la velocidad de la luz. Eso implica que cualquier mensaje tarda años, siglos, milenios o millones de años en llegar a algunos puntos, incluso, de nuestra propia galaxia. Ya no hablamos del universo. Recordemos que lo que vemos a través de nuestro instrumental suelen ser cosas que ocurrieron muchísimo tiempo atrás. Ahora podrían haber otros seres en el universo buscando, como nosotros, a otros habitantes y nunca, y digo nunca, seríamos capaces de contactar los unos con los otros. También podría haberse acabado el universo más allá de nuestra galaxia y no lo sabríamos hasta dentro de milenios.

ALMA la red de radiotelescopios que explicará el origen del universo 2

Con solo mirar algunos datos astronómicos es fácil darse cuenta de que el universo, sencillamente, es demasiado grande. Tan grande que al final no importa si estamos solos o no. Porque a efectos prácticos lo estamos, al menos por el momento (y probablemente durante mucho tiempo). La única posibilidad sería encontrar vecinos galácticos. Pero aún así, la tarea es casi igual de imposible si pensamos en sistemas alejados. Por ahora, tanto si hay vecinos como si no, estamos virtualmente solos. Y tampoco pasa nada por ello.

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