Al calor de los smartphones y las tabletas han emergido servicios que permiten guardar un artículo o contenido para poder consumirlo cuando sea un momento más oportuno. Instapaper, Pocket, ReadItLater, etc. son usados por millones de usuarios cada día.

La premisa es útil, y muchos usuarios son capaces de asimilar mucho más contenido de esta forma. Pero en general, no son nada más y nada menos que papeleras de reciclaje, cajones donde guardamos los artículos que nos podemos poner a digerir ahora, y lo más probable es que nunca lo hagamos.

La lógica detrás de este síndrome de Diógenes del lector online es sólida. Tanto, que parece difícil pensar que muchos de sus usuarios nos entusiasmamos y queremos comer mucha más información de la que podemos digerir. Internet es un buffet libre e infinito de contenido, pero nuestro estómago y nuestro tiempo son limitados, por muchas aplicaciones que queramos utilizar.

"Solo uno de cada cuatro artículos que se guardan en Instapaper acaban siendo leídos"

Desde Hipertextual nos hemos puesto en contacto con los creadores de los principales servicios, para hablar sobre como son empleadas por sus usuarios. Las estadísticas no mienten: almacenamos y olvidamos.

"Sólo 1 de cada cuatro artículos que se guardan en Instapaper son leídos", nos comenta un ejecutivo de Instapaper. "Contamos como leídos los que pasan del 75% de la longitud del artículo". Así que realmente la estadística puede ser más baja al no tener en cuenta el tiempo que pasamos en el artículo, solo se mide el scroll en este caso.

"Creemos que nos servirá o lo haremos mejor en otro momento pero simplemente es una manera de postergar el trabajo"

¿Por qué seguimos utilizándolo entonces? "Dejamos cosas por hacer para más adelante porque creemos que nos servirá o lo haremos mejor en otro momento pero simplemente es una manera de postergar el trabajo." explica Alejandro Márquez, psicólogo, a Hipertextual. Nos sentimos mejor al guardar contenido para leer "luego", es gratificación instantánea y trabajo para el futuro. Aunque luego el trabajo nunca lo hagamos, la gratificación ya la tenemos.

La experiencia dice que muchos usuarios abandonan la plataforma, o son inconsistentes utilizándola. Capacidades sociales añadidas por encima ayudan a la retención y potencian el uso de las herramientas, creando un cierto tipo de competición entre los usuarios y sus contactos. Son lo que mantienen a muchas de estas herramientas a flote. Eso y una base de lectores fieles que de verdad acaban usándolas como fueron concebidas, para el resto de nosotros son eso: un agujero negro.

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