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Una nueva patente brinda nuevos indicios sobre las pretensiones y futuro de la tecnología de conducción autónoma que Google lleva desarrollando desde hace años: camiones autónomos que transporten los paquetes hasta la casa del cliente, al igual que Amazon con su posible flota de drones.

La patente define una "plataforma autónoma de entrega" para camiones de mensajería. Los camiones estarían equipados con una serie de "candados" que pueden ser abiertos mediante un código enviado por la empresa al cliente para que pueda abrir él mismo el compartimento una vez llegue a su casa. La patente sugiere que podría ser empleada una tarjeta de crédito o un lector NFC — como el smartphone — como llave. Una vez introducida tu clave identificatoria, el paquete saldría del camión y continuaría su trayecto: las horas que quiera, sin descanso, sin una persona dentro del camión.

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La clave de acceso, tarjeta de crédito o lector NFC sirve también para identificar en qué compartimento del camión está alojado el paquete. De esta forma sale de inmediato del camión sin pérdidas de tiempo ni confusiones al no haber un factor humano.

La patente es parca en información y no da detalles sobre la tecnología de conducción, pero sí nombra el uso de la tecnología que Google ya usa en sus coches autónomos rondando por California. Vehículos autónomos que empleen sensores, cámaras de vídeo, radares, láseres para medir distancias y un mapa detallado y bajo comunicación inalámbrica constante para "ver" todo en la carretera.

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La ambición de Google nos suena. Amazon lleva años investigando cómo entregar paquetes más rápido y de forma más eficiente mediante drones u otros sistemas. Ya hay varias ciudades en Estados Unidos que cuentan con tiempos de entrega muy bajos y para el minorista online será una de las claves de futuro. Ser competitivo ante las grandes tecnológicas en materia de inteligencia artificial.

Uber es la otra empresa clave en este aspecto. Transportar pedidos o comida expandiría su negocio y lo que definirá su éxito y competitividad será, principalmente, su tecnología. Otras grandes corporaciones como Samsung Electronics o las compañías del motor están realizando avances en la intersección del coche y la inteligencia artificial. Es la batalla del futuro en la que habrá caras viejas y caras nuevas que querrán su trozo del pastel.

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