Se llama ASASSN-15lh y su hallazgo ha sido toda una sorpresa para la comunidad científica. La supernova más brillante descubierta hasta la fecha, con una luminosidad 570.000 millones de veces superior a la del Sol, se encuentra a 3.800 millones de años luz de nuestro planeta. Su hallazgo, publicado hoy en Science, nos permite conocer más acerca de los secretos que esconden las explosiones estelares que podemos observar en el cosmos.

Fue Carl Sagan el que dijo que "no somo más que polvo de estrellas". No le faltaba razón al popular físico y divulgador científico. Las primeras estrellas del universo estaban formadas por hidrógeno, helio y algunas trazas de litio, una composición química muy diferente a la que presentan las estrellas en la actualidad. La razón es que la explosión de estas estrellas iniciales -un fenómeno de gran violencia y luminosidad conocido como supernova- lanzó al espacio elementos químicos más pesados.

Enriquecer el cosmos

Cuando una supernova estalla, expulsa al espacio materiales con una velocidad entre 15.000 y 40.000 kilómetros por segundo. Gracias a estas explosiones, el cosmos se fue enriqueciendo poco a poco de elementos químicos como el carbono, el hierro o el oxígeno, fundamentales para la existencia de vida. De alguna manera, estos fenómenos fueron los encargados de producir los "ingredientes" de los que se nutren hoy los seres vivos, incluida nuestra propia especie. Otear el cosmos en busca de estas explosiones estelares nos permite también conocer el pasado del universo.

El hallazgo de la supernova más brillante implica a su vez importantes curiosidades y avances para el mundo de la astrofísica. Por ejemplo, según apuntan desde la Fundación Kavli, la energía emitida por esta supernova es tan elevada que el Sol tardaría 90.000 millones de años en alcanzar dichos niveles. La observación de ASASSN-15lh ha sido a su vez posible gracias al sistema All Sky Automated Survey for SuperNovae (ASAS-SN), cuyos dos telescopios -situados en Chile- apuntan al cielo para descubrir objetos luminosos como ASASSN-15lh, pero que por su distancia no pueden ser detectados directamente por los astrónomos.

"En los últimos años, el descubrimiento de las hipernovas o supernovas muy luminosas SLSN está cambiando muchos conceptos", señala Javier Armentia a Hipertextual. El director del Planetario de Pamplona aclara que "disponer de búsquedas más sistemáticas gracias a las redes de telescopios y la automatización está trayendo a la astrofísica un concepto similar al del big-data en otros ámbitos". En otras palabras, la utilización de sistemas como ASAS-SN está permitiendo hacer estudios más completos, reproducir la conducta de estos fenómenos tan esquivos y así establecer modelos que puedan ser congruentes con estos datos.

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Observaciones de la galaxia que contiene la supernova más luminosa descubierta hasta ahora. Crédito: The Dark Energy Survey, B. Shappee y ASAS-SN.

El trabajo hoy publicado en Science es, según Armentia, "un gran avance en ese sentido", ya que la colaboración internacional es fundamental para poder hacer un seguimiento de un fenómeno tan energético como difícilmente observable. "Los espectros obtenidos, los datos de cómo evoluciona, permitirán ir dirimiendo cuestiones que, por el momento, son difíciles de abordar, sobre todo en el tema de cuál es el motor que genera esas enormes deflagraciones tan energéticas", sostiene el astrofísico. Como explica Subo Dong, investigador principal del estudio, la supernova es tan brillante que los astrónomos no han podido determinar el origen de esta explosión tan energética.

En palabras de Armentia, "el monstruo es sorprendente por la energía liberada, pero el monstruo que en su interior estaba alimentándolo todo sigue sin conocerse". Las primeras hipótesis apuntan que ASASSN-15lh podría ser un magnetar o magnetoestrella, aunque su altísima luminosidad genera dudas entre los investigadores. La gran rareza de estos fenómenos tan brillantes es, como señala el director del Pamplonetario, "el gran enemigo" pues todavía no existe ni siquiera una clasificación completa de este tipo de supernovas. Dong comenta que el descubrimiento de "ASASSN-15lh puede conducir a nuevas ideas y observaciones sobre esta clase de supernovas superluminosas". Una idea en la que también coincide Armentia, que espera que la colaboración internacional, los nuevos detectores y la observación coordinada y automatizada pueda ayudarnos a entender mejor estos extraordinarios eventos para la astrofísica.

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