En la anterior pieza sobre las conversaciones explicaba cómo evolucionará el software de consumo con las interfaces de conversación en vez de las interfaces gráficas prevalentes aún hoy en los smartphones.

Muchas compañías se han lanzado ya a la creación y distribución de estas nuevas interfaces que serán las que dirijan el rumbo de la vertiente de cara al usuario del Internet de las Cosas. Lo más importante es como ya hay una clara diferencia entre plataformas nativas y plataformas globales.

Las plataformas nativas son aquellas que van incorporadas en el propio sistema operativo, o que, literalmente son el propio sistema —al menos de cara al usuario—, en este rango entra Siri en iOS, Google Now en los terminales Android más comunes, y Alexa en Amazon Echo, o Cortana en Windows.

Al ser nativas tienen más presencia para el usuario, y con el paso de los años se va creando una doble inercia: el usuario las usa desde siempre así que no ve por qué cambiar, y el sistema aprende más sobre el usuario, motivo por el cual la plataforma pasa a ser más útil. Un ciclo que se retroalimenta a sí mismo.

El otro aspecto son plataformas globales que se adaptan a cada uno de los dispositivos, o pretenden estar en varios de los que no controlan su distribución final. Este es el caso del asistente "Dragon" de Nuance, el asistente de Facebook llamado "M", o las versiones de Cortana en Android e iOS. Tienen la desventaja de no poder controlar realmente la ruta hacia el usuario, y que incluso el sistema en el que se alojan —sea un iPhone, un PC con Windows, etc— se introduzca en la conversación en algún momento. No controlar la experiencia es el precio que pagan por estar en más sitios.

Muchas de estas plataformas intercambiarán entre sistemas, Google Now podría combinarse con Google Chrome —no meramente actuar como una extensión— para asaltar Windows, o Facebook podría dotar a M de un hardware final que vender al usuario para no depender de dispositivos y distribuciones ajenas.

Las plataformas de conversación evolucionarán para poder hacer con ellas todo lo que hacemos actualmente con las manos.

Las interfaces de conversación nativas serán otorgadas más y más control sobre la plataforma en la que se alojan. Siri podrá hacer por ti todo lo que haces en el móvil a día de hoy con tu dedo, y con ello, podrá acceder a absolutamente todos los datos que en él se encuentran. Será necesario otorgar acceso de conversación a cada una de las aplicaciones que instalemos, si queremos poder operar con ellas en forma de conversación. Hoy en día podemos encontrar tedioso acciones comunes que pueden ser solucionadas con una frase rápida, incluso mientras usamos el teléfono para otra cosa. En breve conversaciones como "Dale me gusta al último post de mi madre en Instagram", "Envía un WhatsApp a Irene diciendo que llego tarde", "Comparte la foto de la Torre Eiffel en Facebook", "Compra un kilo de carne de ternera en Amazon Fresh".

Apple se ha preparado para ello con unas cláusulas de privacidad que otros actores del mercado todavía no han realizado, manteniendo la información dentro del dispositivo. Esto tiene una penalización de potencia, pues está en la combinación de las conversaciones la fuerza real de estas nuevas interfaces. A medida que más conversaciones se añadan sobre un cierto tema por más personas, podremos obtener un intercambio más certero y satisfactorio.

Un tercer tipo de plataforma acabará siendo creada por necesidad, plataformas de control de las conversaciones para las otras plataformas. Esto es, una plataforma unificada que responda de forma inicial a nuestros comandos, y que delegue y administre dichas órdenes al resto de plataformas, así como los resultados concretos e históricos. Nos dará un guión continuado y una personalización y adaptación a las necesidades propias y de nuestra familia.

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