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Prácticamente ya contando las horas para lo que nos queda de 2015 ya podemos ir haciendo balance de algunos de los gigantes en el sector de los emprendedores. El último en saltar a la palestra informativa ha sido Google Ventures, el brazo inversor de Alphabet y al que ahora debemos llamar GV, el cual anda en en proceso de reestructuración, tanto en su organización como en su estrategia de financiación a nivel global.

GV ha concentrado todo el proceso inversor de sus delegacionesLas razones de este cambio de denominaciones en el seno de una de las empresas más potentes a nivel mundial ha sido motivo de debate. Pero, sobre todo, lo que esto supone para los procesos de financiación; tras esta estrategia se ha procedido a concentrar todas sus delegaciones bajo esta firma abandonando así los inversiones solo para Europa, las cuales se gestionarán directamente desde Silicon Valley.

Pese a lo que puedan pensar muchos de que esto supone un cambio por problemas internos, los últimos balances indican que con esta concentración podría incitar a un mayor número de inversiones a nivel global y con más posibilidades para emprendimientos en geografías que aún no han sido tocadas por la barita de Google, según confirmo Bill Marris en declaraciones a Financial Times. La flexibilidad a la hora de invertir podría ser el topic con el que han encuadrado este movimiento; porque, como ocurrió en el caso de Google Ventures Europe, la mayor parte de las inversiones terminaron centrándose en Reino Unido. Lugar en el que, pese a una forma diferente de concebir las inversiones comparado con Estados Unidos, el éxito ha sido positivo.

Aprendiendo del pasado para mirar al futuro

Ya definimos a Google Ventures como el fondo más activo, y con mayor éxito, en cuanto a inversiones desde su creación.

Pero parece ser que están afinando su ojo inversor. Pese a tratarse de uno de los más fuertes del panorama, la firma ha reducido en un 20% su volumen de operaciones; y no solo en cantidad, también en cuestión de tipos de firmas en las que pone dinero. Siguen teniendo al sector de la biotecnología como el preferido a la hora de aportar capital, pero cada vez más huyen del capital semilla. GV se ha dado cuenta de la cantidad de competencia que existe en esta etapa de inversión y quieren apuntar a entidades con un bagaje mucho mayor, carteras de clientes ya consolidadas y experiencia, como puede ser el caso de Uber.

Buscan, por tanto, invertir en un selecto grupo de empresas con vocación internacional, previsiones de crecimiento masivo y con claras intenciones salir a cotizar en los mercados de valores; lo que implica más dividendos para la inversora.

Pero para Google la cuestión del dinero no supone un problema de fondos. Esa reducción de inversiones, según su presidente ejecutivo Bill Maris, tiene una clara intención de recogida de beneficios; lo invertido hasta la fecha está a punto de generar beneficios en 2016, por lo que podrían tener más de 500 millones de dólares listos para iniciar una nueva etapa de operaciones en startups de reconocido nombre.

Esto nos promete un gran número de buenas noticias para 2016 de la mano de GV.

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