Siempre decimos que los coches de Fórmula 1 no evolucionan, que van más para atrás que hacia delante por las constantes limitaciones en la regulación de la competición. Una competición que debería ser la más apasionante y divertida del sector pero que es todo lo contrario, y sino que se lo digan a las audiencias de la F1 y las de la Fórmula E en Estados Unidos. ¿Cómo será el monoplaza del futuro? McLaren nos ha regalado este ejercicio visual que adelanta las líneas que podría seguir la Fórmula 1 del futuro.
Lo más llamativo del MP4-X es la cabina del piloto, que está totalmente cerrada para evitar accidentes graves como los que han ocurrido recientemente pero no tendrá el inconveniente de la falta de visibilidad al estar totalmente acristalada por los lados. Como extra tecnológico, en lugar de retrovisores los ocuparán cámaras de vídeo que permitirán dar al piloto una visión de 360 grados sobre su coche.
Tres novedades son las que más han llamado mi atención:
* La vuelta del efecto suelo.
* Energía solar para alimentar parcialmente a unas baterías con más capacidad.
* Nuevos sensores que permitirían cambiar la presión de los neumáticos de forma inmediata.
El primer punto es para mi el más interesante puesto que significa recuperar una característica que la actual normativa prohibe: el efecto suelo que tanto pudieron disfrutar los aficionados a la Fórmula 1 entre la segunda mitad de los setenta y 1982, año en el que fue prohibido. Pero muchos fans estamos esperando con ganas que vuelva porque significaría que los monoplazas volverían a ser rápidos y algo de emoción recuperaríamos, ¿verdad?
Los actuales monoplazas disponen de una batería que les sirve como un punch que les permite adelantar pero solo dura unos pocos segundos y se tarda mucho en recargar porque solo se hace con la energía que se desprende de la frenada. En McLaren opinan que es posible instalar placas solares en los coches para ayudar a las baterías a recuperar más energía y así permitir más adelantamientos. Estas placas formarían parte de la carrocería del monoplaza.
Por último los ingenieros de McLaren abordan el complejo mundo de los sensores y confían en que podamos ser testigos de una nueva generación de sensores y tecnología que permitiría, por ejemplo, permitir al monoplaza modificar la presión de algún neumático para mejorar la adherencia en las curvas o rectas. Además, el piloto estaría completamente monitorizado para conocer su estado físico en tiempo real.
El McLaren MP4-X es el fiel reflejo de lo que muchos fans, apasionados de la Fórmula 1, pilotos e ingenieros quieren para la competición: pasión, velocidad y renovación tecnológica pero sin dejar de lado la seguridad y por supuesto la innovación.
McLaren y muchos pilotos y escuderías opinan que la Fórmula 1 debe mejorar, debe renovarse y este monoplaza supone un golpe de aire fresco. Es tiempo de soñar con la Fórmula 1 porque sino lo hacemos ahora es probable que perdamos esta competición, que la gente deje de verla y que acabe siendo sustituida por la Fórmula E, que es radicalmente diferente pero ha sido pensada por y para los aficionados. ¿Se mojarán el resto de constructores a presentar sus ideas?